Protegiendo a la joven.

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Algunos meses después de la aventura que le costó todo, Peter Parker despierta en su departamento y se prepara para ir a la universidad. Luego de desayunar y empacar sus cosas, suspira.

-Todavía le tengo que entregar a Jameson las fotos de Spider-Man-pensó-. Todo para que saque una halagadora nota sobre la amenaza arácnida. Bueno, todo sea por pagar la renta.

Salió del departamento a hurtadillas, ya que le debía dos meses de renta a su casero. Pero cuando iba a mitad de las escaleras, escuchó que la puerta sobre él se abría así que se apresuró.

-¡Oye!-le gritó el casero-¡Quiero mi dinero!

Peter salió casi volando del lugar antes de que lo atraparan.

-Uff, estuvo cerca.

Aquel parecía un día normal como cualquier otro. Por primera vez no llegó tarde a clases y pudo entregar todas sus tareas a tiempo, evitándose un castigo más de los que ya tenía. Ser Peter Parker y ser Spider-Man no se había vuelto más sencillo en absoluto. De hecho, la única diferencia era que ya no tenía ningún amigo. Lo último que supo de MJ y Ned es que habían entrado al MIT y se fueron de la ciudad hace dos meses, perdiendo así toda esperanza de reconectar con ellos. Pero para Peter, eso estaba bien, sentía que lo hacía más sencillo. Lo único que hacía era poner a las personas en peligro, así que tal vez lo mejor era que todos se olvidaran de él y seguir con su vida como justiciero y estudiante.

Mientras pensaba en eso, escuchó una fuerte explosión del otro lado de la ciudad. Y vio una nube de humo sobre los edificios.

-Bueno, es hora de irse a trabajar.

Se fue a un callejón cercano, se puso su traje y empezó a columpiarse por los edificios.

Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, una joven de cabello negro iba platicando por teléfono con un socio de su compañía.

-No, señor Jefferson, no vamos a reducir personal-Kate Bishop se había visto obligada a hacerse cargo del negocio familiar junto a su padrastro Jack luego de que su madre fuera a dar a la cárcel-. Mire, no sé como lo vamos a lograr, pero definitivamente no creo que despedir a la mitad de mis empleados haga que las acciones aumenten. Sí, entiendo que a los accionistas les preocupe pero... ¿sabe qué? Olvídelo, hablaremos de esto después.

Colgó el aparato y lo aztó, enojada.

-¿Día difícil?

-No creí que esto de ser empresaria sería tan difícil-respondió de malas-. Debí haber puesto más atención en la universidad.

-Te irás acostumbrando-le aseguro Jack-. Quizás si no te distrajeras con tus actividades nocturnas...

Kate bufó. No era la primera vez que Jack le decía que debía dejar de lado la doble vida que llevaba como la nueva Hawkeye para centrarse más en los negocios, pero es que Kate no sólo quería ser Hawkeye, se había convertido en una necesidad. Ponerse el traje y salir a golpear a los malos era la única forma que tenía de desahogar sus frsutraciones. Y si no había permitido que su madre controlara su vida, mucho menos su padrastro.

-Kate, no me malinterpretes-Jack le puso una mano en el hombro-. Me encanta que quieras marcar una diferencia en la ciudad, pero hay un precio a pagar por llevar una doble vida, siempre lo hay, y me preocupa que ese precio pueda ser muy alto para ti.

-Estoy bien, Jack, lo prometo-dijo Kate mientras miraba por la ventana.

-Sabes que no es así-le dijo Jack-. Me gustaría que tuvieras algún otro pasatiempo además de combatir criminales en las noches. Dime, ¿acaso no hay alguien, algún chico que te llame la atención? Porque si es así podrías...

Young Avengers: Viaje por el multiverso.Where stories live. Discover now