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Hace poco que se había mudado en aquellos departamentos que le quedaban cerca de su trabajo e facultad.

Desde que se mudó su rutina siempre era lo mismo, levantarse, alistarse, salir, trabajar y por último volver a su departamento, debes en cundo iba de joda con sus amigos pero en sí ese era su día a día.

Al mudarse hace relativamente poco no conocía a todos los habitantes del edificio nomas a unos cuantos cuando salía a hacer sus cosas los veía e saludaba hasta incluso se quedaba hablando con ellos por un rato.

Había salido de la facultad temprano, era un milagro que su profesor los haya dejado irse y lo único que quería era irse a acostar y dormir durante toda la tarde y no despertar hasta mañana en la noche.

Cuando estaba subiendo por las escaleras ya para llegar a su piso, estaba rezando para que el no estuviera allí parado esperándolo como era costumbre.

Cuando nos referimos a "el" es a un tipo que vive a dos puertas adelante a la de spreen y desde que el oso se mudó el chico no le a quitado el ojo desde que llegó.

- Vamos flaco, vos podes solo paso de largo sin hablarle y listo pan comido - Pensó en sus adentros el híbrido.

- Vaya al parecer hoy saliste temprano, que coincidencia encontrarnos aquí no crees? - Dijo el muchacho mientras se fumaba un porro.

- Ah... si que gran sorpresa. - Dijo spreen con desinterés pasando de largo.

- Acosador de mierda. - Pensó irritado.

-Vamos no vas a poder seguir haciéndote el desinteresado, amigo, estoy intentando de ser amable. - Dijo dando otra calcada a su porro.

- Mira capo, ya te e dicho muchas veces que no me interesas ni ahora, ni nunca entendes capo? Aparte de que te vendría bien un baño eh? se vale bañarse. - Dijo spreen mirándolo fijamente y con burla queriendo ya entrar a su departamento.

- Si, si como sea, tarde o temprano osito tarde o temprano. - Dijo este irritado.

Cuando spreen se había dado la vuelta para seguir avanzando hacia su puerta escucho a el elevador llegar y después de unos segundos se abrieron las puertas de este.

Volteo para ver quien había llegado, solo para ver si podía conocer a alguien más que viviera en el mismo piso que el aparte del drogadicto ese que le tiraba la onda.

Cuando las puertas del ascensor estaban completamente abiertas, vio salir a un chico alto pero no tanto como el, de pelo castaño, piel blanca sin llegar a ser pálida, iba vestido con una sudadera roja con una araña en el pecho como si de spiderman se tratase, unos pantalones de mezclilla holgados y unos jordan rojos y sin pasar desapercibido una bandana azul en su cabeza.

Spreen al verlo dejó de hacer lo que estaba viendo para ver al chico de mejor forma, era algo poco (mucho) lindo aparte de que se veía buen chico, spreen quedó fascinado con la nueva persona que había pasado por su campo de visión.

Lo vio pasar de largo del departamento del drogadicto, y este último mencionado solo chasqueo la lengua para entrar de nuevo a su departamento.

El castaño estaba cargando unas bolsas mientras que veía su teléfono, al parecer había salido a comprar la despensa.

El castaño dejó de ver su teléfono para subir la mirada viendo a la persona que tenía al frente de él y vaya que también se sorprendió de spreen.

El chico sonrió hacia el y spreen no supo como reaccionar al respecto dándole una sonrisa leve.

- Tu has de ser el nuevo inquilino, ¿no es así? - Dijo el castaño hacia el.

El chico del apartamento 512Donde viven las historias. Descúbrelo ahora