Beso ahogado // Fyoya

Parte única

La última mirada que le dirigió a Dazai desde la superficie del agua iba cargada de un odio que no podía describir, porque era tan insolente y estúpido que llegaba a creer que no podría salir de allí por cuenta propia.

Tal vez era parte de su plan, tal vez no lo era. Realmente nadie era capaz de saberlo y solamente sus propios pensamientos eran capaces de entenderse entre sí, ya que nadie era tan astuto cómo ellos dos.

Hiciera lo que hiciera, esta vez debería sacrificarse unos minutos para hacerle creer a Dazai que ganaría. Al menos, así tendría tiempo a que el resto de su estrategia fuera tal cual quería.

Pero, el agua comenzaba a llegar a una altura que no tuvo en cuenta, y no quería admitir que le daba un poco de pánico. Debería haberse detenido hace ya un tiempo, ¿por qué mierda seguía llenándose y no tenía límite?

Chuuya tendría suficiente conocimiento y fuerza para sacarlos a los dos más tarde, es por ello que consideraba que Dazai era tan idiota. ¿Cómo sería capaz de hacerle eso a su tan preciado compañero luego de 7 años de relación? ¿Acaso lo subestimaba?

Más importante, ¿no creía que Chuuya pudiera sacarlos a ambos de allí o sencillamente era otro de sus juegos para hacerlo enfadar y despertar algo en él?

Respiró profundo, jalando el máximo de oxígeno que pudo haber entrado en sus pulmones, antes de que el imbécil de Dazai se diera cuenta de que todavía podían respirar. Se hundió entre el agua helada, odiaba el hecho de ser tan sensible a las bajas temperaturas.

Inspeccionó las paredes, aún veía la compuerta por donde deberían salir un poco más tarde, así le daría el beneficio de la duda a Dazai por unos minutos. Pero, no era lo importante ahora.

La sensación del congelamiento de sus músculos y lo denso que se sentía el líquido rodeando todo su cuerpo no era del todo normal. ¿Le habría puesto alguna sustancia al agua antes de dejarlos ahogarse?

Tantas preguntas, tantas variantes, tantas posibilidades y todo lo que quería era volver a la superficie. Cerró sus ojos tratando de concentrarse, tenía que tener en cuenta los segundos que llevaba debajo del agua y los que tardarían después en recuperarse.

Se giró levemente sobre su mismo eje, intentando poder ver más allá de sus propios ojos. Ya no quedaba espacio para volver a tomar aire, esperaba en serio que Chuuya hubiera hecho lo mismo o estarían en serios problemas.

Descendió hasta donde su cuerpo se lo permitió, un leve calambre en su pierna derecha le hizo soltar un quejido inconscientemente. Eso fue una mala idea, no podía culpar a su propio cuerpo de haber reaccionado de forma involuntaria, aunque había sido un terrible fallo.

Aún así, intentó seguir conteniendo el aire, esto no debería volver a pasar o estaría jodido.

Sintió un nudo en su pecho, subía por su tráquea y podía jurar que sus alvéolos eran los que dolían de esa manera. Claro, la falta de oxígeno y la anemia no sonaban como una buena combinación, más encima con el esfuerzo físico que implicaba nadar tan rápido.

Su vista amenazaba con volverse borrosa, empezaba a tener esas pequeñas contracciones que se tenían al momento de querer respirar y no poder. Esto era malo, realmente malo.

Su garganta se cerró de pronto, el nudo ascendía hasta la faringe y no sentía ningún tipo de alivio por absolutamente nada. Miró las pequeñas burbujas escapando de entre sus labios, no podía creer que esta mierda le estuviese pasando justo ahora.

Y quizás perdió la conciencia unos instantes, los necesarios para despertar sintiendo algo más sobre él.

Se sentía... suave. Lo tenía sujetado por la nuca y el omóplato derecho, sosteniendo su cuerpo de fideo bajo el agua. Sintió que el aire volvía a sus pulmones, pero la vergüenza subía a su rostro en forma de sonrojo.