One-Shots de One Piece con tus personajes favoritos de la obra.
«¿Qué es mi barco? Mi tesoro
¿Qué es mi Dios? Mi libertad
Mi ley, la fuerza y el viento
Mi única patria, la mar»
[Pedidos cerrados]
~
Los personajes no son de mi autoría, pertenecen a...
El día que Sanji abandonó el barco para irse a su ciudad natal, se me rompió el corazón. ¿Cuándo iba a volver? ¿Y si no lo hacía? ¿Por qué no me había dicho nada?
Como su novia, estaba demasiado preocupada porque cuando pasábamos tiempo juntos, a veces me contaba sobre su relación con su familia y podía asegurar que no era buena.
¿Y si estaba en peligro?
Por ese motivo, cuando Luffy decidió ir a buscarlo y traerlo de vuelta, yo me uní sin pensarlo. Recuperaríamos a Sanji, de eso estaba segura.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No quiero seguir contigo, Ada —dijo Sanji después de haber acabado con su capitán, que ahora estaba inconsciente en el suelo.
En un principio, no me creí lo que me dijo, era imposible que fuera cierto.
—¿Qué dices? ¿Por qué haces todo esto?
—Me he dado cuenta de que no merecéis la pena. Sois unos piratas vulgares y yo soy un príncipe, no puedo estar con vosotros.
—Siempre has odiado ser un príncipe —declaré, aún impactada por todo lo que acababa de ocurrir hace varios minutos.
—Lo he hecho, sí, pero ahora voy a casarme con una gran chica y estoy encantado ahora mismo con mi vida.
Las palabras que soltaban escocían, pero no sabía si le dolía más a él o a mí.
—No pretendas engañarte a ti mismo, Sanji. Para tu desgracia, te conozco demasiado bien, y sé que todo lo que dices es mentira.
—¿Mentira? ¿Te parece una mentira lo que acabo de hacer? —dijo refiriéndose a la pelea con Luffy —. Lo que sí que ha sido una mentira es lo nuestro.
¿Qué mierda le habían hecho para decir semejantes idioteces?
—Sabes que no lo es. Me quieres.
—No te quiero, nunca podría llegar a hacerlo. Eres impulsiva, poco sensible... No hay nada que podría hacer que me enamorara de ti.
—Sanji, no entiendo nada de esto, pero tus palabras comienzan a hacerme daño.
—Sinceramente, ahora me da igual. Dentro de muy poco será mi boda y nunca volveré a veros.
¿Estaba en una alucinación? ¿Una pesadilla?
—¡No digas tonterías, Sanji! ¡¿Cómo rayos vas a casarte si estás saliendo conmigo?!
—Acabo de dejarte, Ada. No quiero saber nada más de ti.
—¿Y te vas a casar? ¿Con otra chica? —repetí, por si por algún casual había escuchado mal.