South Downs

MATANDO EL TIEMPO

EL PODER-CRAY DALTON

Angelica

Hacía rato que no me mandaban mensajes de eliminación, hasta hoy en la mañana que me llegó en un sobre azul.

Angel Cavdalier
Se me ha informado que realiza asesinato, el objetivo es Yoshua Germiel, busquelo y luego mándame la evidencia.

Lo normal tan solo es el nombre en una nota y listo pero este ha de ser nuevo, quien sabe pero ya estoy en camino, el muchacho es un cazador y por fortuna pertenece a los carmesí, lo encontré en el kairo un pequeño pueblo entre los límites de  Nevada y Palkart.

La idea de asesinar en calle conllevaría una masacre asique espero a que vaya a su escondite, luego de media hora rondando el lugar se mete en un motel sucio y antiguo. Entro entre los pasillos y veo la habitación, no tiene ventanas solo conductos de ventilación que de seguro ha de estar tapados, parece que deberé de usar los viejos hábitos, romper la puerta quizás pero es suficiente con un gancho, la abro y veo al joven. Esta flaco, cabello rojo y ojos verde, lleva un abrigo de lana marrón y unos baqueros viejos y desgastado.

– Supuse que lo mandarían por mí.

Me dice desde el sillón que esta a lado de la cama.

– Supuse que sería una trampa.

– Y aun así vino.

– Eres el objetivo, es una lastima que tus compañeros quieran arruinar este momento.

En ese momento entran dos sujetos por la puerta, mientras que otro me apunta desde el baño.

– EXTENSIÓN

Digo en el momento justo que pizan mi zona segura. Todos ellos se retuerce en mi alrededor, sus vidas están en mi poder y es estupido que lo hayan intentado de esta manera, subestimarme asi es una falta de respeto que no pienso tolerar.

– Solo una persona y un mocoso fue capaz de robarme mi objetivo, pero jamas me han intentado emboscar así. Espero que hayas disfrutado tu último respiró.

Y en ese momento deja de respirar tanto él como sus compañeros, caen inerte en el suelo donde no cae ni una gota de sangre, agarro el puñal de un cuchillo que traigo conmigo y corto en el centro de su pecho sacando el corazón y luego el ojo, con eso será suficiente.

Vuelvo al centro de madrugada para enviar el paquete, sin embargo no llegue en la base sino más bien tuve que pasar de largo rumbo a las montañas, no pensé que lo vería hoy, quizás el destino quiera jugar rudo.

Paso entre los árboles cerca de un pequeño arroyo que decendia desde lo profundo del bosque, me sumergí en ellos hasta llegar en un centro donde se veía un gran lago negro y profundo, hacia frío y se veía las tinieblas que desprendía la montaña.

– Se decía que este lugar estaba lleno de maldiciones.

Dijo Angelo a mis espaldas, estaba apoyado en un árbol mirando el centro del lago.

– Se dice muchas cosas de este lugar.

– Aquí cayeron y luego paso en lo profundo.