Líneas del tiempo

Capitulo Único

Era el atardecer, un chico de cabello cafe claro estaba al lado de su pareja, ambos observando aquel cielo de tonos anaranjados.

Sin duda una vista hermosa. El ambiente era tranquilo, acogedor y silencioso, perfecto en pocas palabras.

Aunque claro, el silencio no duró mucho ya que el híbrido de oso habló.

—Oye Karl.

—What happened? Mi osito. —Preguntó Karl confundido por la reciente interrupción que hizo Spreen.

—Te amo. —Contesto el híbrido de oso.

Esas simples palabras sorprendieron a Karl, generando una expresión aún más confundida de lo que ya estaba. Spreen no solía ser cariñoso por lo cual lo que dijo Spreen lo tomo por sorpresa. Pero quella expresión de confusión se fue tan pronto como vino, siendo reemplazada por una sonrisa cargada de ternura y cariño.

—I love you too, mi osito. —Dijo Karl para luego acercarse a Spreen y abrazarlo.

Spreen correspondió el abrazo. Aquel ambiente silencioso volvió, pero está vez fue acompañado por un toque de dulzura.

Ambos deseaban que el momento nunca se acabará, que durará para siempre. Ojalá las cosas fueran así, pero lamentablemente no lo son.

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Karl no sabía cómo es que en tan poco tiempo todo podía irse a la mierda.

Lo que sucedía es que el server en el que se encontraban estaba colapsando, ninguno de los dos sabía el porque, pero estaba pasando.

Este mismo acontecimiento estaba comenzando a estresar tanto a Spreen cómo a Karl. Tenían que escapar rápido, pero lamentablemente ninguno de los dos sabía cómo salir del server, o eso creía Spreen.

Aunque él fuera pareja de Karl este no le contaba todo, mayormente no le contaba su pasado, o mas bien lo que fue.

Karl planeaba sacar a Spreen del server. Sabía que no tenía mucho tiempo y que este se agotaba. Por lo tanto y aunque le doliera demasiado ese echo, solo uno podía escapar.

El viajero, a escondidas de Spreen construyó una máquina, una biblioteca y un portal de bajo de la casa en la que viven, hoy iba a sacar a Spreen antes de que el server se destruya por completo.

Dejó de pensar cuando escucho como alguien se acercaba a casa.

—Today you will escape from here, mi osito. —susurro Karl con una voz algo quebrada, pensando que este día iba a ser el último dónde va a ver a su osito.

Llendo a dónde está Spreen este regresaba a la casita que tenían juntos con un montón de libros que encontró en las ruinas de un templo.

—¡Karl, ya estoy en casa! —Grito Spreen para hacer notar su presencia, pero se extraño al no oír una respuesta.

—¡Karl! ¿Estás ahí?

Spreen dejo los libros que encontró cerca de la puerta y empezó a buscar a Karl por toda la casa, sin éxito alguno.

—¡Karl, si esto es una broma en verdad no es graciosa! —Spreen continuo con la búsqueda. Hasta que escucho unos pasos atrás de él. Antes de que pudiera voltear para ver quién era su visión se volvió oscura, había quedado inconsciente.

Karl había noqueado a Spreen. Apenas y lo logró.

Karl cargo el cuerpo inconsciente de Spreen hasta el lugar donde había construido la máquina y lo coloco dentro para luego irse a los controles de está misma, tenía que prepararla.