Cap. 13 Secretos Revelados

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༺═───────⊰❪ SECRETOS REVELADOS ❫⊱───────═༻

❛13 • Punto de vista de Nicholas Wilde •

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La belleza es una cualidad innata que no parte en los detalles sino en la esencia, al relucir el esplendor que nace desde el interior y se exterioriza como un sublime reflejo de luz; estimulando en quien lo aprecie, un placentero deleite sensorial.

Siendo mi fuente de majestuosa satisfacción: Judy Hopps.

—Nick...—procuró hablar fuerte—. N-no me mires así...

Repasé su contorneada figura y disfruté la presencia que emana con aquel vestido negro al resaltar su aterciopelada palidez, siendo inconmensurable frente a la inaplazable situación; perdiendo así el norte, aceptando mi contundente debilidad.

—Judy, eres hermosa —puntualicé lo que visualizaba con gran estupor.

Su sonrojo afloró manifestando la cándida inocencia que revela la pureza de su alma.

—Me vuelves loco.

Observé con deseo la sensualidad que tenía para mordisquear su labio inferior, disfrutando visualmente de la presión de sus dos dientes delanteros al enrojecer por completo su carne.

Ella estaba provocándome de la forma más erótica.

—Un depredador derrotado por una presa —se jactó.

Me desplomé sobre el sillón y reí ante su elocuencia sin negarlo, pues, efectivamente caí vencido por su generoso amor.

—No te acostumbres —murmuré, jalando uno de sus brazos e incentivando que cayera sobre mi regazo para aprovechar el contacto y complacer mi olfato con su delicioso aroma como si fuese la flor más exclusiva de este mundo.

La peligris me miró, consiente del goce de mis sentidos—. Muy tarde...—habló muy cerca de mi boca, pero sin permitir una conexión. Solo jugueteaba conmigo, queriendo enloquecerme.

—¿Tarde? Aún es temprano —le lancé una indirecta, justo cuando resbalaba suavemente mis manos muy cerca de su derrier, generando un temblor en todo su cuerpo. Gustoso de ser el responsable de su creciente excitación.

Sin imaginarlo, deslizó su lengua sobre la comisura de mis labios, en una pequeña lamida que terminó por incentivar todos mis sentidos; aquella muestra de afectó volvió rígido cada pelo de mi cola.

Su seducción me hará perder la cordura.

—Deberían dejar de comer delante de los hambrientos —esa despreciable voz era de McRage. Ni siquiera había sentido sus pisadas; estaba seguro que fue por mi desinterés, por ello, ingresó repentinamente al enorme salón de su lujosa propiedad, tomándonos por sorpresa.

Judy se sobresaltó, pero no permití que se retirara de mi encima.

—Aprenderá a tolerarlo.

No respondió, presintiendo que no me refutaría. Únicamente optó por elegir el mejor de sus licores para degustarlo en tanto esperaba a los demás socios.

Se posicionó en un sofá, frente a mí, por lo que fue fácil detallar su atuendo fijando mi atención en el broche de oro que adornaba el lado derecho de su chaqueta color beige; en aquel broche figuraba una insignia, la misma que decoraba la caja de sus habanos.

—¿Deseas? —refiriéndose al tabaco.

—Prefiero cigarrillos convencionales.

Una risita en son de burla se escuchó desde mi tras.

Instinto Erótico {Nicudy}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora