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—Yo digo que deberíamos volver a molestar a Jeon, es tan extraño que por eso nadie lo quiere y encima extraño joderle la vida— Jennie rodeó los ojos de forma aburrida.

—¿No ves que aquí está su fan número 1, tonta? Taehyung no permitirá que molestemos a Jeon anormal Jungkook —Kai lanzó una mirada burlesca hacia el mencionado, sabiendo el efecto que causaba en él.

—Ja ja, muy graciosos, ¿desayunaron mierda de payaso o algo por el estilo? —entonó con sarcasmo Taehyung, para luego volver sus facciones a un tono enseriado.

—Pues a mí nadie me va a detener de hacerle algo a esa mosca muerta, así que espero no te entrometas Kim —Jennie se levantó de su asiento, dirigiéndose hacia Jungkook, llevando consigo misma una botella de yogurt y reflejando en su cara, una facción de bulleadora. No hacía falta describir a detalle todo lo que su cara reflejaba en ese instante. —Hola Jeon, ¿desayunaste? —sonrío hipócritamente la pelinegra.

Jungkook cansado del acoso de sus compañeros, y mentalizándose sobre lo que venía, negó lentamente cabizbajo. —No desayuné —murmuró casi inaudibe.

—No te preocupes —destapó su yogurt, vertiendo este sobre la cabeza de aquel chico. —Provecho, ¡y que lo disfrutes Jungkookie!

Jungkook se levantó de golpe de forma molesta. —¡¿Eres tonta?! —casi desgarrándose la voz— ¡Esto era mi maldito ensayo para Filosofía! —comenzó a llorar de la frustración mientras miraba como su ensayo poco a poco comenzaba a partirse, cayendo al suelo— Me llevó semanas...- sostuvo su ensayo empapado de yogurt— los odio tanto —murmuró para sí mismo, y cuando estaba a punto de salir del salón, Kai se paró frente a él.

Este, le quitó bruscamente lo que quedaba del ensayo a Jungkook y sin piedad lo partió en dos. —Dudo que el profesor acepte ensayos rotos ¿No Kook? —hizo un falso puchero y carcajeó unísonamente con Jennie.

Jungkook frunció su ceño por la impotencia y empujando a Kai con su hombro para que no le estorbara la salida del salón, éste lo jaló de la mochila y lo tiró al suelo. Sin piedad alguna, comenzó a patear su débil cuerpo, poniendo toda fuerza en aquellos golpes.

El chico se preguntaba "¿Por qué a mí?, Y... ¿Por qué Taehyung nunca me hace nada, pero siempre se queda como un inútil parado con cara de lástima?"

Jungkook siempre se sentía culpable porque no solo lo golpeaban en la escuela, sino también en su propio hogar, por su única familia: su padre.
El jamás había hecho algún mal para recibir aquel acoso y violencia por cualquier círculo social que le rodeara.

Sus lágrimas caían con rabia, frustración, coraje y culpa. Era inevitable pensar que él había hecho algo para recibir aquel trato.
Tan solo el hecho de pensar que su existencia era el único problema que detonaba la forma en que las personas reaccionaban contra él, lo ponía realmente mal y le afectaba mucho de forma psicológica.

El dolor emocional era mas fuerte y penetrante en ese momento, que ni siquiera sentía el dolor físico de aquellos golpes. Su cabeza solo se encerraba en que no había explicación para tanto abuso, y la culpa lo devoraba profundamente.

Ya que el dolor físico en algún punto desaparecía. Los golpes se hacían moretones que, en algún momento de la vida, iban a desaparecer. Los rasguños y cortadas se convertirían en cicatrices, y todo eso algún día dejaría de doler físicamente. Pero las cicatrices y golpes en su corazón, perdurarían por el resto de su vida y dolerían para siempre.

Pero no todo era un infierno al en su totalidad, ya que el cielo le había mandado un pequeño ángel hablando literalmente, que, si bien no era unido a Jungkook el trataba de ayudarle en todo momento.

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⏰ Última actualización: Sep 17 ⏰

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