Un pollito llamado Park Jimin [Y.M][#2] [✓]

27

Unos años antes.

Una fuerte tormenta estaba cayendo y un joven corría por todo un callejón, él escuchó con una risa se aproximaba, miro la cerca y la escaló para seguir corriendo, pero fue estampado en la pared y vio a un hombre el cual lo tomó de la corbata.

—¿A dónde vas pequeño pollito? —dijo el hombre mientras le acariciaba el rostro.

—¡Ayuda! —grito el rubio.

—Cierra la boca maldito pollo. —le ordenó con su voz de mando. —arrodíllate ahora.

El rubio cerró los ojos y sus piernas comenzaron a temblar para arrodillarse, el hombre tomó del cabello al omega y sonrió ladino mientras miraba cómo las lágrimas del omega resbalaban por sus mejillas. El alfa se desabrochó el pantalón y cuando iba a sacar su miembro un ruido en el basurero llamó su atención, él se abrochó el pantalón y tomó del cabello al omega.

—Abre el basurero. —le ordenó.

El rubio lo abrió lentamente, pero no había nada, el hombre se rio y tiró al suelo al omega para bajarse los pantalones, el hombre no se fijó cuando una serpiente negra con blanco salió de una esquina del basurero y se fue metiendo en la camisa del omega el cual solo lloraba. Había visto pasar a algunas personas, pero por ser pollo lo ignoraban, el hombre se acercó al pollito y cuando le abrió la camisa la serpiente negra con blanco saltó mordiendo al hombre justo en el corazón.

Jimin vio eso y se levantó al ver cómo el alfa de lobo quería quitarse la serpiente, pero es mordido cada vez que el hombre la alejaba, el hombre al tirar lejos la serpiente se acercó al pollito y lo tomó del cuello. Cuando el alfa iba a golpear al pollo este se alejó y cayó al suelo botando espuma por la boca, Jimin lo vio y se alejó de ahí, caminó a paso lento mientras se cubría con sus brazos y salía del callejón.

Él miró atrás y vio el cuerpo ahí tirado y una corta sonrisa se formó en sus labios, cuando esperaba para cruzar la calle sintió como alguien le ponía algo sobre sus hombros y la lluvia ya no caía en su cuerpo. Al girarse vio a un hombre el cual estaba cubierto por un cubrebocas y lentes oscuros, Jimin no se movió, solo lo vio sin decir nada.

—Ponte el suéter para que cubras la camisa rota y puedes llevarte el paraguas para que no te enfermes. —le dijo el hombre.

—¿Qué desea a cambio? —le pregunto Jimin al hombre

—Que llegues a salvó pequeño pollito. —dijo el hombre para darle el paraguas e irse del lugar.

Jimin solo vio al hombre desaparecer bajo la lluvia y miró el paraguas, él se giró y siguió su camino hacia su hogar, sin decir nada sobre lo que había sucedido a sus padres.