Nací mitad monstruo y quiero confesarle mis sentimientos a senpai

1- Primer dia de clases

Mi nombre es Oninoko Pepita, soy una chica normal con una vida normal (ojalá fuera asi) pero en mi hay algo que nadie sabe, es mi secreto. La verdad es que soy mitad demonio tuve una infancia dolorosa que quiero olvidar así que por ahora no hablaré nada. Finalmente hoy pude dejar atrás ese oscuro pasado e incorporarme a la escuela como cualquier chica normal de mi edad.
Me levanto temprano para ir a la escuela, no quiero cometer faltas en mi primer día. Después de comerme un atún entero y dos cabezas de cerdo voy a vestirme. Hay un problema con mi uniforme  más bien con la falda, no me entran los pies. Olvidé decirlo pero hay algo que me hace muy diferente a todas las demás personas  eso es....... que tengo patas de cabra. Patas de cabra gigantescas muy voluptuosas y mucho más atractivas que cualquier modelo. Esta sociedad que me envidia tanto no fue capaz de hacer un uniforme de acuerdo a mi tamaño.
Me demore de más intentado vestirme por el pequeño inconveniente y casi llego tarde. Fui corriendo a toda velocidad con una tostada en la boca obviamente mientras gritaba -oh no! Llegare tarde!- Como si los dioses supieran cuales eran mis intenciones al hacer esto al doblar la esquina me encuentro con el tío más guapo que había visto en mi vida.
El era alto, de tez morena y ojos oscuros no parecía japonés. Me le quedo mirando embobada cuando me doy cuenta de que el impacto lo había mandado a volar,  jejeje tengo una piernas muy gruesas. De seguro se estarán preguntando como es que puedo andar por la calle normalmente siendo tan diferente a los demás,  eso es gracias a un hechizo que herede de mi tribu. Este me permite disfrazar mi apariencia ante los ojos humanos.
Pero por mucho que pueda disimular estas patas aun pueden sentirse por lo que debo tener mucho cuidado con eso.
Me acerco a él y le ayudo a ponerse de pie  -Estas bien? Perdona es que tengo algo de prisa hoy es mi primer día de clases-  (Espero que no lo haya notado)
-No te preocupes, soy bastante fuerte   además es un honor haber sido atropellado por un ser tan majestuoso como vos- ....Lástima que seas mitad humana....
-Perdón que dijiste??- habló tan bajo que no entendí bien   dioz mio su voz es tan sexy
-Eee nada cof cof* que yo también tengo prisa, en fin adiós-
Se marchó a toda velocidad y nisiquiera pude escuchar su nombre. Santa madre cabrita he encontrado a mi príncipe azul ojalá el destino nos reúna de nuevo.