*:･ﾟ the great war !
( fate the winx saga 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜)
❝ tal vez nuestros errores
son los que hacen nuestro destino ❞
𝐨𝐨. Donde Fae descubre que tiene
sentimientos por el chico de oj...
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❝ diesel is desire ❞ p. esperanzas mortales; pt3
El bullicio del lugar era casi insoportable, cada grito, cada risa desaforada y cada vibración de la música reverberaba en los oídos de Fae como un zumbido constante que la aislaba aún más de todo lo que ocurría a su alrededor.
Adolescentes sudorosos se movían de un lado a otro, muchos tambaleándose por los efectos de la marihuana que impregnaba el aire o por las copas que ya habían superado su límite. Fae avanzaba entre ellos, pero su mente estaba a miles de kilómetros de esa fiesta.
A lo lejos, sus ojos se detuvieron un instante en Bloom y Sky, dos de los pocos que parecían tener algún tipo de alegría genuina en esa marea de caos. Bloom reía con algo que Sky decía, sus rostros iluminados por la luz parpadeante de la pista de baile.
Gaia, como siempre, se mantenía cerca, vigilante. Habían logrado sortear una incómoda situación con Sam. Pero ahora, mientras caminaban sin rumbo definido, explorando la fiesta, la sensación de desconexión en Fae solo se acentuaba.
Los gritos y risas de los especialistas borrachos y drogados llenaban el aire, su comportamiento degenerando rápidamente en una especie de competencia para ver quién podía ser más ridículo. Uno de ellos, eufórico, se quitó la camiseta y comenzó a gritar sobre su valentía, proclamando que podía derrotar a cualquier enemigo.
Fue en ese momento cuando Gaia rompió el silencio. Había estado observando a Fae con preocupación desde hacía rato, claramente notando que la mente de su amiga estaba en otro lugar.
—¿Cómo está Silva? —preguntó.
Fae suspiró, desviando la mirada hacia sus pies.
—No muy bien —respondió, su voz apenas audible sobre la música—. Pero han localizado al quemado, es probable que lo eliminen esta noche.
La mención del quemado dejó un sabor amargo en su boca. Era una amenaza constante, algo que nunca parecía realmente desaparecer, incluso cuando creían tener el control. Y ahora, Silva se debilitaba más y más.
Gaia la miró con preocupación. —Y tú, ¿cómo estás?
Fae apretó los labios, luchando por mantener la compostura. —Como el demonio. Silva fue el pilar de nuestra familia después de que mi padre muriera. Eran inseparables. Sé que los especialistas están entrenados para arriesgar sus vidas, pero... nunca imaginé que él pudiera... —su voz se quebró, incapaz de terminar la frase.
Gaia no dijo nada, pero su abrazo fue lo suficientemente reconfortante como para que Fae se permitiera cerrar los ojos por un segundo, dejando que el dolor se mezclara con la música y el caos a su alrededor.
Después de un momento, Gaia se apartó y le ofreció una pequeña sonrisa. —Vamos por una cerveza —propuso, intentando aliviar la tensión con una distracción simple.
