Expediente

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Buzz buzz

Las notificaciones en el teléfono de Sapnap se hacían más intensas, tendría una cita con sus parejas, pero el no podía ir, no quiere ir.

Al azabache siempre le gustó la idea de ser un novio meloso y tierno, pero tan pronto encontró la oportunidad de poder tener el control de, literalmente, toda la ciudad, sus sueños e ilusiones cambiaron, junto con él. Pero "money money money" ¿No?

Ahora bajo el ardiente sol, con una maleta llena de documentos y los ojos al tope de ira se dirige a la zona central de la ciudad. En las oficinas más grandes de la ciudad, cerca de la agencia de control de alimentos, había un edificio.

Un azabache se para frente aquel gigante grisáceo y entra en el edificio. Las puertas se abren y el silencio llena la recepción del lugar. -Buenas tardes Señor Halo- Desea el guardia a aquel varón de ojos vibrantes de ira y deseo. Tan pronto deja la habitación todos se cuchichean cosas -¿Crees que vino a reportar un caso?- Preguntan algunos -No lo creo, creí que ya no había más enfermos en la ciudad- Responden unos cuántos, pero todos tienen algo que opinar sobre Nicholas y su llegada al edificio de su padre.

Todos sabían que el señor Halo tenía un hijo del cual no se sabía el nombre de su madre, como la especie del Señor Halo era una clase de demonio, el podía cambiar de forma, por lo que no era raro imaginar que un su juventud, cuando aún era bobo, el señor Halo se enamoró de su roomate, Zak Sketian, tampoco era raro imaginar que el de cabellos oscuros y carente de lentes fuera hetero en esos días, no seria descabellado ver al señor Halo fingir ser una chica, y en una fiesta dejar que las cosas fluyeran, tampoco sería raro que Darryl jurara desaparecer a toda persona homosexual para calmar el dolor de un padre que tuvo que sacrificar a su amado para estudiar, y que luego de la ceremonia de graduación, se encontrará con Zak, quien después de años y años de confianza, ambos ahora casados, decidieran hablar de aquella noche donde aún eran universitarios, y que decidieran volver a intentar lo que aquella noche pasó.

Pero el Señor Halo sabe que se traiciona a sí, a su esposo, a su hijo, y a su familia, su querida familia. Sin embargo, si ese era el costo de la vida que ellos merecían, incluso se encajaría una daga ardiente al pecho, aquel hombre haría lo que fuese por sus amores, su campeón y su amante.

O bueno, así lo imaginaria alguien que sobrepensaba mucho los anillos iguales de los dos varones acargo de la compañía.

Sapnap toma el elevador y mientras el pequeño cuarto de vidrios transparentes y detalles dorados se eleva, el jóven hace algunas llamadas a su padre.

En un cuarto de madera y detalles de oro un azabache camina hacia la silla frente a uno lujoso escritorio.

-Buenos Días papá- Dice al sentir la presencia de su padre, el "CEO" de una de las agencias más importantes de la región, la "Queer Control Agency" o la "QCA" -Sapi~ Que bueno que me visitas- El azabache sabe a que vino, y no era a visitar a su padre -Si, se que es bueno vernos, pero quiero pedirte un favor...- Dice el menor con algo de nerviosismo -Antes de que digas otra palabra más, quitártelo.- -¿Qué cosa me quito...?- pregunta el joven con algo de miedo -No te hagas el bobo Nick, sabes que detesto verte en esa forma- Sapnap intenta hablar -Pero así luzco siempre...- -¡SUFICIENTE!- Grita el señor Halo, haciendo que una de las columnas de su oficina se agriete -Sabes perfectamente que me refiero a esa forma tan detestable en la que te ocultas junto a todos estos seres inferiores, en especial tus novios- Nick suspira, ahora de su espalda salen unas pequeñas alas de tonos naranja y de su pelo unos cuernos -Nicholas...- Dice el señor Halo algo enojado -¡PERO YA NO LUZCO COMO UN HUM- !- -¡TU SABES A QUE ME REFIERO CABEZA DE MUFFIN!- El menor de los dos suspira y deja ver algunas grietas en su piel, grietas que parecen aberturas volcánicas -¿VES? No es tan difícil-

Una silla rueda en dirección a Sapnap, este se sienta en ella -Gracias pa- El señor Halo sonríe, aún dándole la espalda a su hijo -No hay de qué "starlight" Pero dime ¿Qué te trae aquí?- El azabache más chico saca su maleta -¿Recuerdas al Señor Jonh?- La expresión alegre del Señor Halo desaparece -¿Cómo olvidar a aquel idiota? Aquel que le nego medicamento a tu hermana.- Dice el varón con una voz más seria -Su hijo coquetea con mi Quacks-

En alguna parte de la ciudad un chico mexicano se agarra la cabeza -¿Chinga? ¿Porqué siento que algo pasó?- El odiaba que le dijeran Quacks, solo la gente cercana a él tenía permitido aquello, de lo contrario hasta ganas de vomitar le daban.

El varón en la silla volteada ríe sarcásticamente -De tal palo tal astilla ¿O me equivoco?- -No padre- Responde Sapnap -Entonces ¿Cuál es tu plan?- El chico de las "alas" naranja ríe con maldad en su mirar -Saldar cuentas.- El mayor se sorprende -¡¿PIENSAS ROBAR A SU ESPOSA E HIJO?- El tono de preocupación en la voz del de ojos blancos era notoria -Por supuesto padre, pero lo haré legalmente.-

La silla del "CEO" se voltea, sus brillantes ojos blancos, su piel negra como la obsidiana, sus prominentes cuernos, y su cabello revoltoso, que aún en su forma original permanece igual de desordenado. Un mueca que iguala a la de su hijo se forma en la cara del señor Halo -¿Cuáles son los datos cariño?- Dice el más alto mientras saca una libreta, Sapnap sonríe, sabe que cumplió su objetivo, y con una sonrisa dice todos los datos que sabe -Su hermana es amiga de Clay, por lo que no tendré problema en sacar el reesto de información, ¿Tengo hasta la próxima semana no?- Su padre asiente -Solo no seas tan obvio- -¡Pero Nick! ¡La discreción caracteriza esta agencia- El menor quiere rodar los ojos, pero esta frente a su padre.

Luego de unas horas, unas cansadas horas de papeleo y busca de fallos legales en la vida de Jschlat no encuentran nada tan significativo, eso hubiera facilitado las investigaciones, pero no eran tan necesarias, solo servirían como extras.

Sin embargo, ahora es cuestión de tiempo, solo se necestitara una prueba para que el castaño caiga, para que Jschlatt caiga. Solo imagina ver todo lo que has hecho en tu vida caer por amor.

Afortunadamente no somos Jonathan Schlatt. Jschlatt para los amigos, y Jonhy para aquél que causará su perdición.




Lágrimas de estrellas, Corazón de piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora