Capítulo 3

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Denji verdaderamente se sentía un desgraciado, para el caso, el Demonio de la Hambruna era aún más golosa que él. Se compró un pudín por mero capricho en el supermercado y ella le ordenó comprar veinte más para saciar su hambre, obviamente la mandé a la mierda, pero eso no le impidió cargarlo en el carrito. ¿La ida en el metró? Peor, no paró de hablar de lo bonito que era su territorio en el infierno, el cuál estaba decorado con huesos de pecadores que osaron ser influenciados por el pecado de la gula ¿Qué entendí? Absolutamente todo, estaba odiando el hecho de que ahora era más inteligente que antes, ya no me daba todo igual y lo peor, argumentaba hechos también ¡¿QUÉ DEMONIOS ME PASA?! ¿Tanto tengo que pensar? Siempre dije que pensar demasiado arruinaba la perspectiva de las cosas, y en efecto, lo es.

Apenas llegamos al pequeño departamento, lancé mi uniforme de Devil Hunter encima del sillón y me senté sobre el tapizado en el suelo frente al televisor, lo encendí y automáticamente se puso una película de vaqueros en una montaña. El demonio repulsivo que me acompañaba examinaba todo a su alrededor, husmeando y moviendo cosas de su lugar.

-Bónito tapizado el de está alfombra ¿cómo se llama?

-Tiramisú-respondió el rubio bebiendo una cerveza vieja que estaba abierta aún lado del sofá.

-¿Y como se llama el tapizado con el qué forraste está foto?-pregunto Kiga admirando la foto en la que estaban Denji, Power y Aki.

-Cremá-Denji cambió el canal al darse cuenta de que no era una película de disparos y duelos vaqueros, sino que eran duelos de besos entre ellos en una montaña, escupió su cerveza por pura sorpresa-Mierda, no hay nada interesante.

-Es una tela muy curiosa...podría asegurar que son...?

-Perros-dijo Denji reposando los pies sobre la cabeza de la alfombra.

-¿Usaste la piel de los perros de mi hermana para forrar tu casa?

-Si, no servían para nada ¿hay algún problema?

-No, lo que es aún más curioso, es esté retrato en la pared, no puedo distinguirla por los cuchillos que le clavaste en la cara, pero por la forma y simetría de su cuerpo, puedo adivinar que es mi hermanita.

-No te equivocas-respondió Denji sacándose los zapatos y cambiarlos por sus cómodas pantuflas de cupcake-Algunas las hice prendas, o estás de hocico.

-Siento un enorme resentimiento hacia ella ¿Qué te hizo exactamente?

-Kinga...

-Kiga-lo corrigió.

-Como te llames, cierra un poco ese hocico, o también lo convertiré en pantuflas.

-Resentimiento puro eh...es muy dañino para los humanos, usualmente pueden llegar a causar ansiedad, depresión, neuroticismo, estrés percibido y baja autoestima, te recomendaría empezar a ir a un psicólogo para hablar sobre ello.

-¿El demonio que se alimenta de la agonía generada por el hambre me está pidiendo ir a un psicólogo por simple resentimiento? Que idea tan divertida-dijo el rubio lanzándole la lata de cerveza a la cabeza, con un sordo sonido, ella ni se inmuto o mostró sintomas de disgusto

-Ese resentimiento...muy pronto será tu ruina.

-¿Estás provocándome...chata?

Denji ya estaba a dos céntimetros de él apoyándole el frío filo de sus motosierras en el cuello, con una sonrisa macabra, mordiéndose los labios manchados de sangre conteniendo las carcajadas de la locura que lo estaban consumiendo.

-¿Con qué quieres jugar conmigo otra vez? eh ¿Motosierra?

-Tengo que vengar...a mis amigos, matándote, Kiga.

-Sabes que perfectamente, con un solo toque soy capaz de matarte humano, no importa tu inmortalidad, estás ante un poder muchísimo mayor al del control.

-Tu hermana era fuerte...¿estás diciendo que eres mejor que ella?

-Control era inteligente, manipuladora y conspirativa, en eso era muy buena para usar su poder sobre el control absoluto sobre los seres inferiores, pero ante mi, estás ante Poder desbordante y puro ¿Crees que con tus motosierras solamente vencerás...al Demonio de la Hambruna? 

A pesar de todo, disolvió las motosierras y le dio la espalda, volviendo a la televisión y una cerveza más a medio beber en el suelo, prendió un cigarro y se concentró en las carreras.

-Tienes muchas armas-dijo Kiga admirando el mueble completo-No eres muy limpió que digamos, siguen teniendo sangre seca.

Denji no respondió, le subió el volumen al televisor. Ella tampoco se molestó en eso, simplemente fue a devorar absolutamente todo lo que estaba en el refrigerador. 

-Demonio de mierda...solo con su lógica ya me derrotó-pensó él recostándose en el suelo y tomando su manta de perro-¿Cómo puedo matar al demonio de la hambruna? Mmm no, no funcionaría cortándole la cabeza, tan solo con el tacto mínimo me haría pasar el hambre otra vez.

Cerró los ojos y se concentró en sus sueños.

***

Los días pasaron, ahora nuestro protagonista permanecía en la oficina de su jefe...escuchando las nuevas reprimendas por las muertes de sus antigüos subordinados, aún no comprendía esto ¿Por qué le seguian echando la culpa? Él no hizo nada , ellos eran los inútiles. 

-¡¿ME ESTÁS ESCUCHANDO CARA DE MIERDA?!-Grito el director salpicándole saliva.

-No ¿Ya me puedo ir a mi casa?

-Estoy harto de tu falta de educación y módales ¿Qué debería hacer contigo? Estamos hablando de los numerosos subordinados que te hemos dado, murieron bajo tu cargo ¿No te genera nada de culpa?

-Si usted tan solo me entrega bola de cañón ¿Qué espera que haga? Sus muertes no son mi responsabilidad, son de ellos. No tenían la inteligencia, destreza, voluntad, agilidad, fuerza ni la más remota habilidad para enfrentarse a los demonios que están a mi cargo ¿Se terminó la charla?

-Con que...quieres gente que no sean una carga.

-Si, algo que valga la pena-respondió Denji enfurecido, sabiendo que esté idiota no le prestaría la más mínima atención y solo le daría a un recién llegado.

-Está bien, aceptaré tu pedido. Tengo alguien que acaba de salir de un instituto, es parte del Club de Devil Hunters.

-¿Alguien del club? Eso es patético, la mayoria de los que me dio, pertenecian allí, y déjeme decirle, solo tenían aires de pelear por paz ¿Dónde están ahora? Enterrados en un cementerío...salvo Stan y Jeff, a esos se los comió el demonio de los lobos.

-No, tranquilo, está tiene ya un historial de asesinatos a diferencia de tus anteriores subordinados...y los ha matado ella sola, con gran habilidad y eficacia, estoy seguro...que no será una carga.

-Pues démela entonces, sino, me voy a la mierda.

-Puedes pasar-dijo el Director presionando el botón de su escritorio, al instante, una chica apareció en la puerta. Tenía cabello negro y un uniforme del colegio, a Denji se le hizo guapa, aunque sus gestos le recordaban a las profesoras enfadadas que veía en sus programas educativos sobre la escuela. Esas cicatrices...¿Le encantaron?

-Esto...hola, me dijo su secretaria que me quería ver.

-Si, quería presentarla a su nuevo compañero...Asa Mitaka.

Continuara

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Continuara...

El Demonio de la Masacre(Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora