Para Estar Contigo

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–Oye, Bakugo, el jefe quiere que vayas de intercambio a Japón– anuncia la joven rubia apenas ve entrar al mencionado a la oficina que compartían.

–Que no esté jodiendo, estoy ocupado con los bastardos estos– Bakugo llevaba una semana detrás de un grupo de villanos que parecían ratas, escabullendose entre las alcantarillas y burlándose de ellos tan descaradamente. Lo que le hacía enojar.

–Presisamente es por el tema de los villanos, tonto. Lograron huir a Japón– informa Camie, quien es compañera de Katsuki desde hace ya unos años.

–¡¿Como que se fueron a Japón y apenas se dieron cuenta?!– exaltado y colérico alzó la voz y por su parte, la joven ni se imuto, pues parecía ya acostumbrada al carácter explosivo del héroe.

–Nos hicieron creer que seguían en Estados Unidos, pero sospechamos que se fueron hace dos días. Podemos alcanzarlos apenas lleguen a Japón, solo debemos darle aviso al símbolo de la paz para que este preparada.

Símbolo de la paz.

Deku.

Izuku.

Suspiro resignado, no quería ir a Japón. No quería ver a Izuku feliz con Shoto. No quería recordarse que la mujer que ama le pertenece a otro, a pesar del pasar de los años, la llama de amor que existía en su corazón jamás se extinguió, quedó guardada con cuidado y fue alimentada con recuerdos, fantasías y las noticias que le mantenían al tanto de lo que se había convertido.

Se veía hermosa peleado contra villanos, se miraba hermosa sonriendo cada vez que salía victoriosa a pesar de tener el cabello revuelto, tener golpes en su rostro también sucio y con la ropa rasgada.

No importaba como, Izuku Midoriya era divinamente hermosa.

Y prohibida para él.

–Los aviones están listos. Podemos irnos cuanto antes– informó Utsushimi.

–¿Ah? ¿Irnos? ¿Iras tú tambiéntambién?

–Claro que si tontito, obvio me necesitas.

Katsuki rodó los ojos, no tenía ganas de gastar su saliva discutiendo con esa rubia "tonta" que se había convertido en una gran amiga y compañía.

–Bien. Muévete que no tenemos tiempo, prepara tus cosas que partimos por la tarde– indicó al mismo tiempo que se levantaba de s asiento y caminaba a la salida.

–¡Como órdenes! Avisaré al símbolo de la paz.

Desearía que la dejarán de mencionar tanto, le hace daño. Pero sabe que no puede, Izuku es famosa en gran parte del mundo gracias a sus hazañas. Esta altamente orgulloso de ella, quisiera hacérselo saber, sin embargo, sabe que en el momento que la mire si corazón se romperá todavía más y los trozos que intento reparar no soportarán más.

Espera no tener que toparse directamente con ella y convivir o cruzar palabra, eso se lo dejaría a Camie.

Horas más tarde, Katsuki y Camie se encontraban viajando hasta Japón y después de algunas horas, llegaron a su destino. Y si era sincero consigo mismo, estaba nervioso, sus manos sudaban un poco más de lo normal, lo que ocasionaba algunas mini explosiones, que si bien no eran peligrosas, si eran molestas.

–Hey tranquilo– consoló la rubia, dando apoyo a su amigo al palmear su espalda.

–Estoy jodidamente tranquilo– se jactó con falsa confianza y avanzó, bajando del vehículo aéreo.

Utsushimi no le dio importancia, lo conocía lo suficiente como para saber que lo gustaba mostrarse "débil". Por qué sabe que el símbolo de la paz es su debilidad, Katsuki se convirtio en una marioneta, la cual es manejada por su pasado y sus recuerdos, su corazón sigue atado a esas cuerdas y sabe que si son tocadas, aún que sea con delicadeza, esas cuerdas estrujaran su corazón de forma brutal hasta hacerlo sangrar. De nuevo.

Próxima parada: la agencia de Endeavor. Mejor dicho, agencia Todoroki. Pues había pasado a manos del primogénito menor: Shoto.

Si Camie le hubiera avisado hubiera dejado la misión de lado y hubiera dejado que alguien más la continuará. Pero aquí esta y el "hubiera" no existe.

–Vamos Kats, tienes que afrontar el pasado para poder superarlo– ánimo abrazándolo por el brazo.

–Ella no es solo "pasado"– confieza, dejando una pausa antes de continuar hablando –terminemos rápido con esta mierda, quiero volver lo antes posible.

El rubio se deshace del hagarre de su amiga y avanza primero, entrando al enorme edificio. Es testarudo. Demaciado, aun qur no lo culpa ¿Quien olvida un amor de años en un parpadeo?

Katsuki siempre estuvo enamorado de ella, quería ser su héroe, quien pudiera protegerla. Técnicamente vivía solo para ella, aun que ella no lo supiera. Si lo dejan a su criterio, fue un tonto al aplazar tanto su confección, si lo hubiera echo antes la chica pudo corresponderle y como los dos estudiaban para héroes, tenían la posibilidad de crecer juntos, apoyándose.

Pero es hombre y no se detuvo a pensar un poquito. Según Camie.

–¡Oigan vengan acá! ¡Bakubro esta de vuelta!– la eufórica voz emocionada de Red Riot llega a los oídos de la rubia apenas cruza la puerta.

–Déjame en paz, cabeza de cerillo– exige el rubio atrapado en los brazos de quien se había proclamado su mejor amigo en la UA (que si es aún que lo niegue).

En seguida, un montón de héroes más se reúnen a su alrededor y saludan formal, alegre y ruidosamente.

–No me jodan ¡¿toda la maldita clase esta aquí?!– volvió a gruñir Bakugo, un ligero aire a melancolía flotaba en el aire. Se sentía como cuando estaban en el curso de héroes.

–Obviamente, hermano. Midoriya y Todoroki nos reunieron– exclama Kaminari. Y otro pinchazo al corazón de Katsuki, lo que hace que tense la mandíbula en consecuencia.

Sero le da un codazo al eléctrico y este se queja sin entender el por qué tanta agresividad, y Hanta se lo hace saber con una mirada, que obviamente Denki entiende. Lenguaje de idiotas, tal vez.

–Es un gusto verte de nuevo, Bakugo– la calmada voz de Shoto llamó la atención de los presentes, separándose del recien llegado.

–Como sea. Están enterados de la situación y de a qué vinimos ¿cierto?

–Efectivamente. Tu compañera ya nos puso al tanto– afirma mientras su mirada se dirige a Glamour, de igual manera la de todos los demás, notando a penas a la chica.

–¡Discúlpanos, por favor! Nos emocionamos al ver un viejo compañero después de tanto– evergonzada, Ochako es la primera en disculparte por todos, en seguida uno que otro murmura un suave "lo siento".

Pero por su parte, Camie explica que no deben preocuparse, que los entiende. Después de todo, fueron grandes compañeros.

Y mientras esto sucedía, los ojos de Katsuki ibas de aquí a allá, buscando entre los rostros conocidos uno en especial, sin éxito alguno.

–Deku-chan no está, Bakugo. Cálmate, pareces adolecente– Ochako se permite molestarlo un poco, cosa que nota a logrado por el tenue, casi imperceptible color rosa en sus mejillas, de no ser por ese antifas negro seria notorio totalmente.

–¿Qué tiene que ver la nerd?– no importa cuanto disimule o intente, la mayoría ya lo sabe.

Y es que parecía que todos se daban cuenta de su evidente atracción, excepto ellos dos.

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No se si les siga interesando esta cosa, tendrá uno o dos capítulos más UwU