☆Capítulo 4

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Evan

Escuche que mandaron a detención a stella, y yo sabía que esto podía pasar, pero en lo poco  que la llevo conociendo es más terca que mi abuelita. 

Siempre tengo la curiosidad del por qué están aquí, en este lugar, me deprimo un poco al ver a niños muy pequeñitos, no podrán pasar una infancia normal con sus padres, y realmente es muy triste, este lugar si o si te quiere hacer perfecto,  nadie lo puede ser, ser perfecto significa no tener defectos, y es imposible que alguien no los tenga. Mis padres me trajeron a este horrendo lugar por mi dificultad de aprendizaje, y porque no querían una responsabilidad, fueron padres a muy temprana edad, que se desesperaba cuando no hacía bien mis taras del jardín, pues bien ellos tenían 19 y 18 años, eran  estudiantes también, estoy aquí desde los 7 años, mis padres querían disfrutar lo que yo les robe, y me siento culpable por ello, a veces siento que les quite su libertad, y por eso no me quieren, sé que cuando un padre ama a su hijo no lo dejaría aquí, y no puedo decir que mis padres me quieren, porque siempre me han ignorando, cuando tenía 5 años no me quisieron dar de comer, y yo pus a hervir agua para hacer de la sopa tan rica que hace mi abuelita, ella me enseño a cocinar un poco, pero a mis 5 años era riesgoso, pero aunque me saliera mal la sopa me la comeria, y en un descuido se me callo el agua caliente a mi pierna, y mis padres solo me regañaron y me dieron unas nalgadas, yo solo lloraba de ardor, y mi madre no se molesto en ponerme una pomada, yo fui a buscar una, entonces me di cuenta que mis padres estaban hablando en que tenían pensado mandarme a una escuela en la que no me verían porque viviria ahi por años, y claro que me puse triste, porque a pesar de los tratos de mis padres yo los quería, los amaba, y al cumplir mis 6 años me trajeron aquí, hace años no los veo, en la vacaciones solo me mandan un poco de dinero. Y yo solo quiero salir de aquí y no volver.

- ¡¡¡Hola Evan!!!- una voz femenina muy dulce pero chillona se escucho por los pasillos. Oh no. era Stella.

—¿Que tal?, ¿se te ofrece algo?

— No, solo pasaba a saludar— dedicó una sonrisa graciosa pero linda.

— ¿En detención Hyde?

— ¿Cómo lo sabes?

— Ya sabia que te mandarían a detención, es un acto muy rebelde salir de la escuela.

— Sisi, pero es divertidillo.

— Lo es, claro pero te puedes meter en más problemas, y puede que con mayor gravedad.

— Si bueno, si me corren les llevaré ventaja a los demás.

— Estas equivocada, solo te mondarían a otra escuela más estricta, no hay salida stella.

— Eres muy negativo.

— Soy realista.

— Si bueno, siempre es bueno tener algo de positividad.

Tenía razón, pero es absurdo, nadie sale de esta escuela a menos que termines tu carrera o tus padres vengan por ti, la mayoría de edad aquí es a los 21, me falta una eternidad, y es frustrante porque yo quisiera conocer lugares, viajar y conocer culturas diferentes, solo pienso que nuestros padres no nos quieren, tendrán sus razones.

— ¡Oh dios!, ¿¡esa no es la directora!?— mencioné bromeando.

— ¿¡Donde!?— mencionó como si lo que dije no le diera importancia pero a la vez con un poco de angustia.

Empecé a reír, su expresión era realmente graciosa, creo que a esta chica le asusta y le da igual si viene la directora.

Ya deberías irte.— mencione.

— Si, claro. — dijo y de pronto comenzó a caminar a detención.

— Stella —pronuncie su nombre y ella no volteo.

—Callate — menciono con un tono de fastidio y me observo detenidamente.

— Que agresiva, ¿quieres un mango?— sonaba tonto, pero los mangos eran los mejores.

—No, bueno, sí, pero no, porque llegare tarde, tal vez, en la noche, y nos damos una escapadita—.

— Yo consideraba que el comedor sería una buena opción—.

— Dios mio, ese lugar esta contaminado de hongos—.

— Bueno, no podemos ir fuera, o te castigaran más tiempo.

— Okay, nos vemos a las 7 en el comedor— menciono, y así fue como la vi marcharse.

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