Sola

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La gente por la calle divirtiéndose, los bares llenos y yo en camino al bar de siempre para divertirme y olvidarme de todo. El lugar era muy conocido y famoso, solo que siempre iban muchos capullos a molestar a las chicas. La barra esta repleta pero como puedo me hago espacio para ver al lindo camarero que siempre me sirve.

-Buenas noches linda señorita, lo de siempre?- me mira y me da esa cálida sonrisa que siempre tiene.

-Si, gracias- me apoyo en la barra para mirar el panorama, chicas bailando, chicos mirando a las chicas.

-Aquí tienes- me sirvió el vaso y le doy el primer sorbo de la noche. 

Bailaba con un grupo de chicas que me habían llamado para bailar con ellas, siempre hago amigos aunque duren una noche, estamos bailando tan tranquilamente asta que un grupo de tíos se nos acerca.

-Hola bellezas- habla el más alto y el que estaba delante de los demás.

Las chicas se veían incomodas y me pongo frente a ellas.

-Se os ofrece algo?- me cruce de brazos examinando a todos.

Tantos años metiéndome en problemas me habían enseñado a defenderme de tipos más grandes que yo.

-Queremos bailar con vosotras preciosuras- un hombre se acerco a una de las chicas.

-Nadie quiere bailar con vosotros, porque mejor no os vais por donde habéis venido?- aparto a la chica de él.

-Solo nos queremos divertir, si tu no quieres deja a tus amigas- nos estan rodeando.

-Que os piréis- empujo al que tenia enfrente, me molestaba mucho que no hicieran caso y el alcohol en el cuerpo no ayudaba mucho.

-Serás zorra- me lanza un puñetazo que no pude esquivar y me rompió el labio, ese fue el punto de mi enfado.

Empecé a pegarme con esos tíos y llamaron al Sheriff, como siempre, ellos escaparon pero a mi no me dio tiempo. Cuando salgo del bar veo al Sheriff.

-Buenas noches Shane- le extiendo los brazos y él me agarra y me mete al coche, era rutinario eso.

-Otra noche entre rejas Lucia- se mete al coche y me lleva a la comisaria.

Al llegar me saca y entramos en esta, saludo a todos como siempre, iba sin esposas, todos me saludan y me preguntan por las otras personas. Entre a la celda y me explico lo de siempre.

-Saldrás mañana por la tarde- se fue y me dejo allí.

Me quede dormida al tocar la cama.

[...]

Cuando desperté los rayos del sol me alumbraban la cara, no era el mejor despertar para una persona que salió de fiesta la noche anterior. Miro a todos los que estaban en la comisaria, eran pocos la verdad, hacia mucho tiempo que no veía a mi sheriff favorito, podría decirse que más de un mes, desapareció del mapa, solo veía a Shane, no me molesta, nos llevamos bien pero no es lo mismo que con Rick.

Después de divagar por mis pensamientos mi mente empezó a captar los ruidos externos, se escuchaban gritos y mucho jaleo en la calle, algunos que estaban dentro del edificio salieron corriendo y no los volví a ver, no sabia que estaba pasando y cuando me quise dar cuenta estaba solo en la comisaría, no quedaba nadie, me habían abandonado como a un perro. No proteste mucho a veces las "misiones" eran complicadas y necesitaban refuerzos como en las pelis.

Eso pensé los dos primeros días, al tercero, hoy, ya pensaba que algo muy malo paso. Varias veces intente salir pero no podía, tres días sin comer y bebiendo nada, estaba deshidratada si no bebía algo de agua me iba a morir. Supongo que me lo merezco por haber sido mala persona, pero yo no era así por gusto, ellos me hicieron así.

Mi Rubia (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora