La vida es una aventura

mi nuevo amigo

Era un día muy tranquilo en la ciudad de Córdoba, los pajaros cantaban, los autos sonaban y los niños, jugaban en las plazas.

En una plaza en particular, habían dos pequeños niños jugando, en unas hamacas rojas muy altas y grandes; estaban algo oxidadas.
Uno de ellos, era una niña llamda Aisha, cuyo cabello era rojizo, tan fino como la seda; Ojos verdes como una esmeralda y una hermosa piel color canela. Trataba de hamarcarse mas rápido.
Al lado de ella, está un niño llamado Hipólito. Su pelo era de color negro como la hermosa piedra aventurina, la forma de este era igual a la bella camelia, a una nube muy esponjosa, ojos grises como una tormenta, piel blanca y suave como una rosa.
Hipólito, giró lentamente su cabeza hacia la izquierda para ver a Aisha sin apartar la mirada de ella.
Aisha, giró la cabeza para el lado del niño. Ambos cruzaron miradas.
- ¡Hola, ¿cómo estás? Soy Aisha!¿Cómo te llamas?- Dijo la niña, con una gran sonrisa en la cara, mientras miraba al joven niño.
-¡Hola! Soy Hipólito. Estoy muy bien, ¿y vos?- Él contestó con una vos timida y una pequeña sonrisa mientras la miraba.
- Yo estoy muy bien, ¿quieres ir a jugar al arbol que está al lado del tobogán?- Ella salta de la hamaca y se pone al frente de Hipólito, mirándolo fijamente- ¡Qué lindos son tus ojos!, se parecen a los de mi personaje favorito, Aang de 'Avatar'- Ella lo mira con una gran sonrisa.
-Ehhh...Gracias- Dijo Hipólito, un poco confundido por la rápida confianza que le agarró la niña.
- Así que...¿Vas a jugar conmigo o no? - Aisha es una niña muy hiperactiva, no puede quedarse quieta. Sus pensamientos siempre estan a full en su cabeza; por eso habla mucho. Ella agarra confianza muy rápido.
- Bueno ¿Qué vamos a jugar?- respondió Hipólito saltando de la hamaca
-Pues...hmmm...
Aisha pensaba rápido qué jugar
-¡A los espias extraterrestres con poderes y armas! - respondió Aisha con un grito, no muy alto,y medio agudo mientras daba saltos pequeños de felicidad en su lugar esperando una respuesta rápida de su nuevo amigo.
-Bueno, pero explícame cómo se juega- Hipólito se acercó a ella felizmente.
-Sí, mirá. Se juega asi; vos y yo somos espias extraterrestres que debemos luchar contra nuestros enemigos para evitar que ellos invadan nuestro planeta- dijo Aisha muy convencida y emocionada.
-¿Qué debemos hacer para evitarlo? - Hipólito estaba muy entusiasmado por el juego. -¡Busca un palo que se parezca a un arma! ¡Rápido que están llegando! - Aisha buscaba un palo con forma de arma por todo el lugar.
-¡Okey! - Hipólito se puso a explorar por el lugar mientras buscaba una rama con forma de pistola.
Aisha e Hipólito jugaron toda la tarde a los espias extraterrestres con poderes.
Cuando bajó el sol, la mamá de Aisha la llamó para volver a casa.
-¡Chau Hipólito, nos vemos mañana!- Aisha abrazó a Hipólito y le dio un besito en la frente.
-¿Por qué me besas la frente?- Hipólito miraba a Aisha todo dudoso.
-Es un beso de la buena suerte.¡¡¡¡Chau!!!! Nos vemos luego. - Aisha salió corriendo hacia su madre, pero se tropezó en el camino al tratar de saltar un caballo echo con rueda de auto.
-Nena no corras de esa forma- la mamá de Aisha la cargó de un brazo y empezó a sacarle la tierra de encima ya que la niña es muy liviana.
-Perdón mami- Su expresión de felicidad pasó a una de desánimo.
-No te pongas triste mi rosal, papá te preparo tu comida favorita.- Realmente no era así, pero a Eidier no le gusta ver a su hija desanimada, -¿En serio?- Volvió la cara de felicidad de Aisha con tan solo decir que harían su comida favorita. -Sí. Espérame unos minutos que llamo a tu papá- Eidier sacó su celular del bolsillo para llamar a su marido -Okey ma- Ella se sentó a esperar que su mamá hable con su padre.