Todavia No......

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Abrí los ojos, a mi alrededor una inmensidad de hierba amarilla se movía al unísono, el viento era fuerte, cálido y reconfortante; su aroma tenía matices extraños, no sabría definirlos, pero eran agradables, como.... comida.
Comenze a caminar, con cada paso que daba sentía que la gravedad dejaba de tener efecto sobre mi, como si con un pequeño salto pudiese ser capaz de flotar y quedarme suspendido en el aire; mi caminata me llevó por lugares hermosos: un lago, cristalino, completamente limpio; casi era capaz de ver mi reflejo en el; un bosque, lleno de árboles altos y de follaje color violeta, sus frutos eran grandes y verdosos.

Seguí caminando, no supe por cuánto tiempo pero no había cansancio en mi cuerpo, llegué hasta una colina, las vista daba a una especie de ciudad, a los pies de la colina había casas extrañas, sobre la colina, un enorme árbol yacía ahí, anciano y solemne, daba la sensación de que si pudiera hablar, tendría la sabiduría de 100,000 psíquicos.
Me senté cerca de el, reposando sobre su viejo tronco mientras contemplaba el paisaje, el ruido de unas pisadas entre la hierba me hizo voltear a la derecha... Era Johan.

Se sentó a mi lado, permaneció en silencio junto a mi un rato hasta que decidió hablar

–Supongo que recuerdas este lugar– me dijo, yo solo asentí con la cabeza para responderte después

–Fue bueno sabes, luchar y "vivir" al lado de esos xenos hizo que cuestionaran mi percepción sobre ellos– estire mis brazos, solte un gran suspiro y me acomode mejor en el tronco del árbol –Pero creo que ya es hora, la verdad no me molestaría quedarme en este lugar–

Voltee a ver a Johan, no dijo nada, solo se quedó viéndome con una pequeña sonrisa, de pronto el cielo, antes despejado y azul, se oscureció; comenzó a teñirse de un color rojo oscuro, la hierba comenzó a marchitarse y el suelo temblaba.
Me puse de pie tan rápido como pude, asustado y confundido voltee a mi derecha pero  Johan ya no estaba, pronto el suelo empezó a abrirse en inmensas grietas haciéndome caer al vacío.

Desperté completamente agitado, estaba sudando y mi rostro reflejaba terror, creí que había muerto y que ese era el lugar donde me quedaría, pronto me percate, volví a estar en una nave, tenía mi brazo izquierdo inmovilizado y la pierna derecha con una especie de vendaje y algo para limiar sus movimientos, a mi alrededor había más heridos, algunos estaban despiertos, otros no, la voz de Shyvari me trajo de vuelta.

–Al fin despiertas, realmente nos tenías preocupados– voltee a verla, su aspecto era muy distinto, se veía desarreglada, tenía un vendaje sucio por la sangre seca cubriendole el ojo derecho, así también varias heridas pequeñas en las manos y brazos
–¿Cómo te sientes? Parecías tener una especie de pesadilla–

–Siento como si un astartes me hubiera dado la golpiza del milenio– me incorpore con dificultad –¿Cuanto tiempo estuve inconsciente?–

–5 semanas, perdiste demasiada sangre debido a la tardanza del equipo médico–

–Ya veo, y los demás ¿Cómo están?–

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