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Comenzaba a sentir mucho frío, pero algo a lado de él estaba cálido, empezó a pegarse más y más hasta topar.

Por otro lado, el británico tenía algo suavecito a su lado y lo atrajo entre sus brazos, sintió un suspiro e inmediatamente abrió los ojos topándose con lo más hermoso del universo.

Anteriormente se había levantado así con sus ex parejas, pero ninguna se comparaba con el mexicano, lo observó detalladamente, su respiración era tranquila, ahora que lo tenía así de cerca admiró cada una de sus pecas, sus facciones mostraban una calma increíble.

Inconscientemente comenzó a acariciar su rostro, paso sus dedos por sus mejillas, su nariz, sus labios y finalmente acarició su cabello cosa que hizo sobresaltar al mexicano pensando que un insecto se le subía.

-¡Aaaaah!-. Gritó dándole un manotazo a Lewis y sacudiéndose la cabeza, se levantó rápidamente, cosa de lo que se arrepintió porque sus piernas le fallaron provocando que se cayera de culo y un dolor no tan agudo invadiera su ano.

-Joder-. Exclamó. -¿Por qué me duelen las piernas?-. Su pregunta salió en voz alta.

-Checo, ¿Estás bien?-. Preguntó preocupado.

-¿Lewis?-. Preguntó desconcertado. -¿Qué haces aquí?, ¿Dónde estamos? Escondía su nerviosismo.

-¿No lo recuerdas?-. Un peso profundo invadió su corazón.

-No, lo único que recuerdo es que íbamos a jugar un juego que había mencionado Alonso y después los shots antes del encierro-. Dijo agarrándose la cabeza.

-¿Tampoco recuerdas que hicimos las pases?-. Estaba triste, pero sería cauteloso con lo que le diría.

-¿Hicimos las pases? -Preguntó asombrado. -Eso explica porque me llamaste Checo... ¿Y qué más recuerdas?-. Sentía que su cabeza estallaría en cualquier momento y sus piernas seguían adoloridas, recordaba, pero no estaba preparado para afrontarlo.

-Nos dejaron encerrados, después platicamos un rato y supongo que nos quedamos dormidos, como puedes ver nunca vinieron por nosotros-. Omitió lo ocurrido entre los dos, si Sergio no lo recordaba él no diría nada.

Sus sonrojos se hicieron presentes, pues sí sabían lo que habían hecho, voltearon la vista a otro lado y se quedaron callados un momento.

-Cuando vea a Carlos me las va a pagar el cabrón, por ahora tenemos que esperar a que nos abran-.

Lewis solo asintió.

Sergio ya no quería estar cerca de él, lo hacía ponerse demasiado nervioso, sus mejillas se calentaban al recordar su comportamiento de anoche, no sabía porque no lo había podido evitar, se habían llevado mal desde un principio, pero claramente le había gustado, el moreno sí que sabía cómo complacerlo. Se golpeó mentalmente por haber pensado en eso y por recordar el cuerpo bien trabajado y desnudo de Lewis.

-Oo..ye, ya que estamos aquí, quisiera saber si realmente estás de acuerdo con el matrimonio-. Aun así no perdería la oportunidad de hacer que el británico lo ayudara a cancelar la boda.

A Lewis ya no le molestaba la idea de casarse con el mexicano, pero tampoco quería obligarlo a casarse con él si este no sentía nada, no podía negar que estaba tentado a aceptar voluntariamente ese matrimonio.

-Claro, podemos discutirlo en estos días y armar una estrategia-. El británico iría por todas, aprovecharía para conquistar al mexicano.

-Me parece bien-. Sonrió como solo él solía hacerlo.

-Oye, de verdad ¿Estás bien?-. Aún se sentía preocupado porque era el responsable del dolor que sentía

-Oh, sí te refieres a lo que me acaba de pasar hace unos instantes, pufff estoy bien claro, no es nada-. No iba a dejar que el moreno se diera cuenta de que casi lo dejaba paralítico.

MATRIMONIO ARREGLADO || CHEWISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora