A King for Christmas (Stony)

capitulo 2: noviembre 1867

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RosalindMimbelaManza
claudia657567
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Dos semanas después de dejar Nueva York, Tony baja del muelle de Queenstown. Rápidamente encuentra a un joyero que cambio un brazalete que recibió de Tiberius por dinero que luego usa para comprar un pasaje a Liverpool. Hay un barco de vapor que sale a la mañana siguiente, por lo que Tony usa el resto de su dinero y un reloj para alquilar una habitación en un hotel cercano. No es el lugar más bonito en el que se ha alojado nunca, no con los ratones que puede oír chillando en las paredes y la araña haciendo una telaraña ordenada en la esquina cerca de la puerta. Aún así, está mayormente limpio y tiene una vista del puerto.

Quería evitar Inglaterra por completo, pero supone que los mendigos no pueden elegir y que no hay otros barcos que partan hacia otros destinos que no sean Inglaterra o Estados Unidos durante las próximas semanas. Tony está bastante seguro de que quedarse en un lugar por mucho tiempo es mucho más peligroso que viajar a Inglaterra, así que calma sus miedos y se acomoda para pasar la noche.

Desde Liverpool, toma un tren a Londres y luego otro vapor a Calais. Se queda en Calais durante unos días mientras planea su próximo movimiento. Termina viajando hacia el este a Alemania y luego a Austria-Hungría durante unas semanas. Tony incluso viaja a Italia con el sueño efímero de ver a la familia de su madre.

Pero ningún lugar parece lo suficientemente seguro y termina en el sur de Francia. Se esconde durante un par de semanas en una habitación de hotel mientras estudia detenidamente mapas de Europa. Tony duda en viajar demasiado al este o al sur. Los inviernos de Nueva York y el estricto régimen de su madre han mantenido su piel de un color dorado claro y tiene miedo de sobresalir entre los lugareños si viaja a África o Asia. Lo último que quiere hacer es llamar la atención sobre sí mismo. No puede estar seguro de que atraiga a Tiberius hacia él, pero ciertamente no ayudaría.

Se dirige a desayunar una mañana cuando escucha a dos de las sirvientas cotilleando. Esto no es terriblemente inusual. Las criadas chismean en todos los hoteles en los que se ha alojado Tony. Ha sido útil para ayudarlo a determinar cuándo debe seguir adelante. Aunque hoy están cotilleando sobre un país del que Tony nunca ha oído hablar.

"Sí, así es", se ríe uno de ellos. "¡El rey Steven de Dacia, visto en un pueblo de Francia!"

"Imposible", declara el otro. "Él nunca deja ese castillo suyo".

"Bueno, lo escuché de James, quien lo escuchó de ese nuevo mozo de cuadra y lo escuchó del mensajero de Toulouse y sabes que él nunca miente".

Tony no se queda para el resto de la conversación. En lugar de eso, regresa sigilosamente a su habitación y echa un vistazo más de cerca a su mapa. Dacia... Dacia, él nunca ha oído hablar de este país, lo que significa que debe ser pequeño, y si las criadas estaban hablando de Toulouse, eso debe significar que está cerca de la frontera...

¡Ahí está!

Lo señala triunfalmente, un diminuto país situado justo en la frontera entre Francia y España. El mar Mediterráneo forma su frontera este e incluso hay una pequeña ciudad portuaria, perfecta para una escapada fácil. Y si Tony, con todo su aprendizaje y sus libros, nunca ha oído hablar de él, es muy probable que Tiberius tampoco lo haya hecho.

Eso lo decide. Se instalará en Dacia todo el tiempo que pueda, aunque duda de que Tiberius lo esté buscando. En los casi dos meses que lleva viajando, no ha oído ni un susurro de que Tiberius Stone haya perdido a su omega.

Tony se sentiría ofendido de que aparentemente sea tan reemplazable si no estuviera tan aliviado. Sabe que ha estado dibujando algunas miradas extrañas en los vapores y trenes. No parece ser tan inusual que un omega viaje solo en Europa como lo había sido en América, pero todavía no es exactamente una vista común. Lo mejor es desaparecer por completo.