𝔢𝔫𝔬𝔯𝔪𝔢𝔰

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-Ouch

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-Ouch...- se quejó al ser derribado al suelo -Lo siento, no estaba mirando por donde iba- se disculpó, al levantar el rostro sus mejillas se pusieron rojas inmediatamente.

-¿Uhm? Fíjate por donde andas, mocoso- su voz salió ronca y perezosa, como si acabase de despertar, el muy descortés ni siquiera lo ayudaba a levantarse.

Ryōta, embelesado por aquellos filosos y ojerosos ojos azules tuvo que disimular su sonrojo y nerviosismo.

Lo primero que Ryōta pensó de ese hombre fue que enorme. Fácilmente le sacaba una cabeza de altura, sin contar con su enorme musculatura.

Sentía que lo conocía de algún lado pero no recordaba de donde, de algún modo su cabello negro y corto que caía por su frente se sentía familiar, y sin contar con la cicatriz que tenía en el labio... ¿De dónde lo conocía?

-¿Vas a seguir mirándome como si te gustara? Eh, maricon de mierda.- Ryōta salió de su trance cuando escuchó nuevamente la voz llena de burla de aquel hombre, ahora tenia una sonrisa de diversión, tal parece que había notado su actitud.

No quería parecer enfermo, pero su forma de hablar hizo que sus jodidos pantalones, bastante señidos a su figura, apretaran.

-Yo...- sus mejillas debían estar igual que su cabello, agachó la mirada mientras apretaba sus delgadas piernas. Una vista que hizo que la sonrisa del pelinegro creciera.

─A parte de maricon, masoquista, estas enfermo, ¿o qué?─ con cada palabra que salia, Ryōta sentía su cuerpo vibrar y su piel erizarse.

El pelinegro hubiera seguido burlándose del estado de ese chico de no ser por una voz que se escucho a sus costados.

─Toji, deja de molestar al nuevo.─ era una voz seria y grave, un albino, mucho más alto que el tipo de pelo negro, se acercó hacia ellos y extendió su mano hacia Ryōta para ayudarlos a levantarse -Lamento que este vejete te esté molestando. Vamos, todos te esperan.-

Ryōta no dijo nada, aceptó la ayuda y siguió al hombre, notando que el pelinegro los seguía mientras murmuraba un par de maldiciones hacia el albino cara de ángel.

Ryōta no dijo nada, aceptó la ayuda y siguió al hombre, notando que el pelinegro los seguía mientras murmuraba un par de maldiciones hacia el albino cara de ángel

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Mierda y más mierda.

Estaba metido en apuros justo en ese momento. Estaba sentado en medio de dos cuerpos jodidamente atractivos, de lado izquierdo había un joven de cabello color Salmón que lo miraba sonriente, a pesar de su complexión grande, su rostro parecía el de un niño.

Pero, por otro lado, a su derecha, el sujeto era completamente diferente, su cabello también era color Salmón y tenía parecido al chico con cara de niño, pero lo que lo diferenciaba era que tenía facciones más maduras, su cabello estaba peinado hacia atrás y su rostro y brazos estaban llenos de tatuajes, Ryōta tuvo que ignorar los pensamientos indecentes que su mente se encargaba de mostrarle, ambos eran muy, muy su tipo.

Sus piernas se mantenían cerradas y sus manos estaban disimuladamente sobre su ingle, cubriendo el bulto que había en sus pantalones.

Por si no fuera poco, en los sillones que se encontraban en frente estaba el mismo pelinegro que lo había humillado hace rato, mismo que le provocó la erección. A su lado había un joven con el mismo tono de cabello y ojos, solo que se veía más joven y alborotado. Por la forma de su cabello, Ryōta le puso erizo.

Se sentía sofocado, pero no era para menos, estaba en una habitación aislada con 5 hombres malditamente guapos y cachondos que miraban con morbo su cuerpo, ¿como no querían que se pusiera así?.

-Bien, ya que estábamos reunidos, comencemos la entrevista.- Oh si, el albino con preciosos ojos azules también estaba ahí.

-Aún falta que Yuta-sempai, Nanami-san y Geto-san lleguen.- Erizo fue el que habló.

-A la mierda esos dos, empecemos ya.- Toji respondió ganándose una mirada de reproche del muchacho.

-Megumi-chan tiene razón, hay que esperar a que lleguen los demás.- la voz del albino salió en coro, el erizo, ahora Megumi, rodó los ojos y desvió la mirada.

-Mientras podríamos presentarnos- la voz dulce del chico a su izquierda lo hizo girar su cabeza para mirarlo.

-¡Bien dicho Yuuji-kun!- lo felicitó enérgicamente con los pulgares arriba -¿Serias tan amable de presentarte?- ahora se dirigió a Ryōta con un todo de voz más suave y sensual.

Con nerviosismo Ryōta asintió se puso de pie, sus manos seguían en su entrepierna.

-Me llamó Kaito Ryōta, es un placer, por favor cuiden de mi.- hizo una inclinación, el tipo con tatuajes aprovecho y le vio el trasero.

-¡Un gusto, Kaito-kun! Me llamó Satoru Gojo- el albino no despegaba su mirada del pequeño chico y claramente no era el único.

-Sigo yo... un placer, soy Itadori Yuuji.- un sol, pensó Kaito al ver esa enorme sonrisa que pintaba los labios ajenos.

-Megumi Fushiguro- murmuró con simpleza y con la mirada hacia otro lado, se escuchó un que frío de parte de Satoru.

-Y ya conoces a Toji, este vejestorio es padre de Megumi-chan, ¿puedes creerlo?

-Maldito mocoso, ten más respeto- su voz hizo brincar a Kaito y eso no pasó desapercibido por nadie.

Ahora todos miraron al único que faltaba, el chico con los tatuajes. Este, al sentir las miradas, hizo un sonido con su lengua y frunció el seño -Ryōmen Itadori.

Con esa declaración, Ryōta confirmó que él y el otro chico eran familia.

Al escuchar el nombre de todos, Ryōta se dio cuenta de porqué el susodicho Toji se le hacia familiar, todos y cada uno de ellos eran estrellas porno famosas por sus increíbles filmaciones.

Maldita sea, todos eran enormes ahora que lo notaba, parecían dioses griegos que bajaron a la tierra para hacerse hombres, y es que como no decirlo, había visto uno que otro video de aquellos que le doblaban la estatura y vaya que al tenerlos de frente se veían aún más enormes y atractivos y no quería ni imaginarse como sería allí abajo.

Gimió bajo al imaginarse rodeado de sus pollas, logrando que todos lo miraran como depredadores, esta vez incluso Yuuji.

Gimió bajo al imaginarse rodeado de sus pollas, logrando que todos lo miraran como depredadores, esta vez incluso Yuuji

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Espero les guste esta nueva historia.

Se viene lo rico 🔥

𝑷☆𝒓𝒏𝒔𝒕𝒂𝒓 || ʲʲᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora