Mis dulces ojos verdes

Ojos verdes

De nuevo pasaba todo el tiempo atenta a lo que hacía, si reí o bostezaba, ella lo sabía, no importaba lo que pasara, siempre lo observaba, cautelosa con miedo a ser descubierta, pero descarada queriendo ver con quien hablaba o sonreía, al final estaba segura que algún día seria suyo y no podía permitir que alguien se le acercara de más.

-Karla... deja de verlo así, empiezan a verte raro.

Shhhh... Nos descubrirán, aaa ¿qué haces aquí?-dijo Karla tratando de que no la descubrieran.

-¿cómo preguntas eso?, ¡llevo esperándote más de 30 minutos en aquella banca...!-

Molesta Karla lleva a su amiga lejos de ahí, lo suficiente para seguir observando, sin que la escucharan hablar.

¿Qué te pasa Mónica?, ¡me interrumpes! Sabes que solo puedo verlo dos veces al día... y ya casi empieza la clase.

Karla había conocido a james en una reunión con algunos conocidos de la familia, llamo su atención en cuanto escucho su voz por primera vez, y al voltear a verlo quedo extasiada, estaba muy sorprendida, esos ojos verdes que automáticamente la hipnotizaban, ¿su manera de hablar?, es muy listo, ¿o era su gran sonrisa?, brillante y alegre, que la hacía olvidarse de donde estaba.

// Flash back//

Hola ¿cómo están?-oyó a lo lejos, que alguien joven saludaba, camino hacia ella y se detuvo.

Hola, ¿cómo estás?-le extiende la mano, con una gran sonrisa.

Ho... - nerviosa, sentía como temblaba, lo vio directo a los ojos, quedando perdida en ese verde y tranquilo resplandor, por un momento creyó que babeaba, incluso perdió la noción del tiempo, para ella un par de segundos, se habían convertido en horas.

No te había visto aquí antes- inclina su cabeza confundido, aun con su gran sonrisa.

// Fin Flashback//

Ya empezara la clase, entra-dice Mónica, llevando a Karla hacia la puerta del salón

Ooh hola, ¿cómo has estado?-sonriendo como siempre lo hacia

Je hola - baja su mirada, nerviosa tartamudea

Las clases de música eran muy ruidosas, si no era por los instrumentos, eran los compañeros hablando, Karla estaban ahí a propósito, había escuchado que james asistía , y era la única forma de verlo más, aferrada obligo a sus padres a inscribirla y conseguir un instrumento, quedaban pocos puestos en el grupo, las chicas siempre elegían violín o piano, pero james aprendía guitarra, para verlo tenía que ir a la misma clase, así que apurada pidió aprender, y consiguió una ese mismo día, no quería parecer novata, así que leyó en internet como sostenerla y algunas cosas sobre como tocar, sabía que le sorprendería mucho verla ahí y más que supiera algunas cosas.

Sentada en el aula, nerviosa sostenía su guitarra aun en el estuche, cuando james la vio, corrió a sentarse junto a ella.

-1er día, ¿nerviosa?, aun no se mucho, pero puedo enseñarte algunas cosas, incluso podría ayudarte, así aprenderías rápido, déjame ver tu guitarra, ayudarte a afinarla

Gracias- sonríe y nerviosa saca su guitarra, su roja y muy brillante guitarra, elegida por sí misma, cuando la compro era buena idea, hasta que vio que las demás eran simples, con acabado de madera, dudo de sus gustos y se maldijo al pedirla de cierto modo.

Que linda, cuando compre la mía no había muchas opciones, ojala hubiera comprado una como esta, tienes buen gusto- le guiño un ojo, mientras afinaba la guitarra, Karla estaba aún más nerviosa, aquel guiño y sonrisa hicieron que su corazón latiera muy rápido, estaba segura que podían oírlo aun con todo el ruido que había en el salón, no sabía dónde poner su sudorosas manos, hacia donde mirar, que decir, solo se quedó ahí, sentada mirando sus pies.