CAPITULO 4

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En cuanto sus labios se juntaron con los míos, primero de forma suave, como una caricia leve que apenas se siente, y luego con más fuerza, como un abrazo que pretende dejar claras muchas cosas que con palabras no se pueden expresar...sentí que el cuerpo por completo se me llenaba de electricidad. Era como si alguien me tocara con un cable desnudo, aunque no por el dolor, sino por la sensación de que todo mi ser, todo yo, vibraba de forma poderosa y acompasada, al mismo tiempo que mi corazón se convertía de golpe en un corredor profesional, ansioso y obsesionado por romper un récord mundial tras otro. Probablemente no fue muy decoroso el gemido que se escapó de mi boca entre una pausa y otra, pero la verdad es que en ese momento no me importó mucho, pues en lo único en lo que podía pensar era en lo bien que se sentía aquello, en lo bien que el profesor besaba...

Cuando se separó para tomar aire, y me miró con sus ojos llenos de fuego, de deseo, de pasión, sentí que las piernas me flaqueaban de un forma deliciosa, aunque no fue nada comparado con lo que sentí cuando el profesor Cavill soltó un suspiro, y sin apartar sus ojos de los míos ni por un segundo, susurró mi nombre:

—Tae Hyung...

Si antes me había sentido lleno de electricidad, tocado por un cable desnudo...aquello fue como si un rayo me hubiera golpeado de lleno, electrificándome hasta la saciedad, y activando terminaciones nerviosas que hasta aquel momento yo desconocía. Pronto empecé a sudar, no sé si por mi calor o por el que desprendía su cuerpo, y como a los pocos segundos me di cuenta de que no podía sacar de mi cabeza la forma en la que había pronunciado mi nombre, de forma tan dulce pero al mismo tiempo tan salvaje salvaje, con su acento británico tan elegante, me dije que tenía que hacer lo que fuera por volver a oírlo...

Antes de poder arrepentirme o pararme a pensar en lo que hacía, me incliné hacia él, y luego de unir nuestras bocas una vez más, me senté como pude a horcajadas en sus piernas, con lo que pude sentir con exquisita claridad lo duro que estaba debajo de mí. Incluso más de lo que yo estaba, y eso que, para aquel momento, ya había empezado a temer que mi pobre pantalón pudiera ceder en cualquier momento ante la enorme presión de la erección que el profesor Cavill y sus besos me habían causado.

—Dilo de nuevo—le pedí al poco rato, cuando ya no pude soportarlo más.

—¿Qué cosa?

—Mi nombre—respondí, mientras lo besaba una y otra vez—. Dilo otra vez.

Cuando por fin mis labios le dieron un respiro, empezó a recitar:

—Tae Hyung..., Tae Hyung..., Tae Hyung...

Aquello me excitó tanto, que quise desabrocharme el pantalón para intentar liberar algo de presión. No obstante, antes de que mis manos pudieran llegar al lugar en cuestión, las suyas ya estaba ahí. Cuando él se dio cuenta de que yo lo miraba, paró un momento y me preguntó:

—¿Puedo?

Por toda respuesta, lo besé de nuevo y con más fuerza que antes. Mientras terminaba de desabrocharme el pantalón, el profesor comenzó a comerme la boca de forma mucho agresiva que antes; de no haber estado yo tan excitado, puede que incluso me hubiera dolido, pues más de una vez, presa del momento tan ardiente que entre nosotros se había desatado, atrapó entre sus dientes mi labio inferior, y lo mordió, y chupó y haló, y solo se detuvo cuando se sintió en la necesidad de volver a susurrar mi nombre como antes lo había hecho:

—Tae Hyung..., Tae Hyung...Tae Hyung...

Yo estaba a punto de hacer lo mismo con el suyo, pero poco después mi erección quedó por fin libre, y en cuanto sentí cómo su mano rasposa y caliente se cerraba sobre ella, lo único que alcancé fue a gemir con desesperación, mientras cerraba con fuerza los ojos y echaba hacia atrás la cabeza, completamente extasiado.

EL PROFESOR (Tae Hyung y Henry Cavill) #PURPLE2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora