Capítulo 22

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— ¿A qué se dedica? —Pregunto.

—Eso creo que ya lo sabes, la pregunta correcta es: ¿Qué más quieres saber?

Trago y aclaro mi garganta, está intentando intimidarme y no lo va a lograr, da por sentado que sé a qué se dedica, pero en verdad es que quiero saber la verdad, no lo que se lee en san google o lo que diga Stoner.

—Es un hombre poderoso, algo muy difícil de imaginar cómo alguien siendo tan joven construya un imperio como el suyo.

—Ese es el problema de ahora—Sabe a lo que me refiero—Nadie cree que puedes triunfar si no lo haces de la manera más... fácil.

—¿A sido difícil?

—Me ha costado mi salud, mi tiempo y algunas vidas.

—¿Ha matado a alguien? —Esa pregunta sale de mi boca de manera automática.

—No he matado a nadie—me observa serio—Al menos nadie inocente.

Su tono no me hace sentir nerviosa, he hecho esa preguntas muchas veces, he estado frente a hombres peligrosos y los he interrogado, leo el lenguaje corporal de Aleksei, pero no me dice nada. Está completamente sereno y cree en cada palabra que sale de su boca.

—Su hermano no decía lo mismo—al momento de decirlo, me doy una bofetada mental por abrir mi boca demasiado. Aleksei no parece sorprendido, todo el mundo sabe quién era él y lo que hizo.

Pero al ver que su mandíbula se tensa responde:

—Lo que digan de mi hermano, él se lo buscó. Somos diferentes, él está tres metros bajo tierra y yo aquí—dibuja una sonrisa sombría—Contigo.

—Parece que no le temiera a nada, señor Ivanović.

—Solamente había una cosa a la que le temía—dice serio y removiéndose un poco incómodo—Pero ahora ya me doy cuenta que no es a lo único que le voy a temer de ahora en adelante.

—Anoche no parecía temerle a nada. —susurro por lo bajo, pero fallo porque me ha escuchado y sus ojos han cambiado a color gris nuevamente.

No dice nada y tampoco sonríe, yo tampoco quito mi mirada, quiere ponerme nerviosa, bueno, lo ha conseguido pero no voy a demostrárselo, necesito saber de él, y no sólo por mi misión, es también como mujer.

—Anoche me corrí—Esa imagen regresa a mi mente en cámara lenta y me acaloro—No lo hice solamente porque te deseaba debajo de mi cuerpo o contra la pared en ese momento, me corrí viendo tus ojos, tu boca entreabierta y tu deseo silencioso. La mujer que haga eso, es demasiado peligrosa para mí.

Me ha dejado con la boca entreabierta nuevamente, mi respiración agitada y mis muslos apretándose entre sí.

Sé lo que trata de hacer.

—Yo no le temo, señor Ivanović. —digo con firmeza y fulminándolo con la mirada.

—Deberías.

—No es capaz de hacerme daño—Y lo digo tan segura como de que estoy aquí sentada frente a él, puedo ver en sus diferentes tonos, que él es incapaz de lastimarme.

—Témeme—Insiste—Porque terminaré haciéndolo tarde o temprano. El miedo te hará despertar y con ello podrás defenderte y detenerme.

¿Detenerlo?

—Entonces usted también debería tenerme miedo.

Estudia las últimas palabras que han salido de mi boca, no ha dicho nada y tampoco veo alguna señal de que esté respirando, pero cuando veo su boca que está a punto de abrirse, empiezo a maldecir para mis adentros.

La Profesional (libro 1) (Ya en físico y audiolibro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora