Capítulo 26

3K 243 25
                                    

—Habla—Me exige una vez estamos sobre mi cama, no parece importarle que estemos desnudos a punto de empezar nuestra primera pelea como... ¿Amantes?

—No querrás verme enfadado.

¿Eso es una amenaza o me está advirtiendo de algo?

Sea lo que sea no me asusta.

Ni siquiera sé cómo llamar a esto que ni sé si acaba de empezar o solamente hemos follado porque de la noche a la mañana le dio por interesarse en hacerlo.

—¡No voy a decirte nada!

Cojo rápidamente una camiseta y me la pongo sin bragas. Estar expuesta de esta manera ante él no ayuda en nada.

—Te das cuenta de que lo que llevas en la espalda no es un rasguño ¡Son tres malditos disparos, maldita sea!

—¡No me grites! —Lo señalo a punto de golpearlo—¡Nadie me habla de esa manera y tú no vas a venir ahora a hacerlo!

Se pone de pie al darse cuenta de mi enfado. Me toma de los hombros y doy un paso atrás apartándolo de un solo golpe en sus manos.

—Lo siento—Levanta sus manos derrotado, una faceta que no pensé que vería de él. —Es sólo que...¡Mierda!

Se deja caer en la cama y pasa sus manos por su largo cabello, haciendo que sus mechones rebeldes caigan hacia adelante. Puedo ver la frustración en su rostro y en cómo ha reaccionado. Pero no debe saberlo, el que lo hizo murió, de hacerlo morir lentamente me encargué yo.

—Aleksei—Digo y lo sigo hasta la cama, me pongo enfrente de él y paso mis dedos sobre su cabello, llamando su atención.

—Imaginarme que alguien quiso hacerte daño me corroe la sangre—dice con voz enronquecida—Pero saber que alguien quiso matarte y sigue respirando por ahí...

Levanta la cabeza y me ve—Eso no tiene nombre, Elaine.

—No digas tonterías, para mí no es fácil hablar de eso.

—Al menos dime cómo fue.

—No puedo decírtelo, Aleksei. Quizás algún día, pero hoy no. Ni siquiera me conoces lo suficiente para que reacciones de esa forma, no sabes nada de mí y por si fuera poco, trabajo para ti. ¿Te das cuenta lo raro que es todo esto?

—¿Qué quieres que haga? —Me ataca con preguntas—¿Solamente porque acabo de follarte y que trabajas para mí lo hace raro?

—Que tú estés acostumbrado a follar como un animal a todas las mujeres que trabajen para ti, no me convierte a mí en la puta que se acuesta con su jefe, Aleksei.

El tono azul me fulmina inmediatamente al escuchar la pesadez de mi voz y juzgarlo de esa manera, pero es la verdad, jamás he hecho algo como lo que acabamos de hacer él y yo.

—Jamás.vuelvas.a.referirte.a.ti.como.una.puta—Demanda despacio, apretando sus dientes.

—Entonces no me trates como tal.

—Eres la mujer más obstinada que he conocido en toda mi puta vida.

—Y tú eres el hombre más hijo de puta tirano que he conocido.

Ladea su cabeza y me reta—Repítelo—me exige.

Con gusto—Eres un hijo de...

A pasos gigantes llega a mí y me toma de la cintura, me da la vuelta y me pega a su pecho.

—Y es así como me has deseado ¿Verdad? —Empieza a frotarse en mi culo y siento su erección palpitar a través del algodón de mi camisa—Responde, no me hagas repetirme.

La Profesional (libro 1) (Ya en físico y audiolibro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora