LATINA (Stray Kids)

Uno

La música "Dynamite" de BTS resonaba en todo el salón de baile, los futuros idols llamados trainees bailaban a ritmo de la música con pasos precisos y hasta algunos con demasiada expresión facial.
Chicos y chicas de distintas edades pero no tan diferenciadas estaban exhaustos de tanto entrenamiento pero valía cada esfuerzo por cumplir su sueño.
Entre las mujeres estaba Kya, resaltaba un poco por su tono de piel bronceada a comparación de sus compañeras pálidas. Pero sobre todo por su vestimenta muy holgada, pantalones grises oversize y una camiseta cuello redondo de color negro que llegaba hasta su cadera pero que tenía un pequeño nudo en su costado.
Kya tenía cabello oscuro largo por su cintura con unas pequeñas ondas formándose al final, estaba un poco mojado por el sudor que producían sus movimientos al compaz de la música bastante movida. Sus ojos grandes color miel con unas pestañas bastantes largas y arqueadas, demasiado para su gusto ya que podían ser un poco molestas. ¿Su cuerpo? Bueno, digamos que resaltaba entre las demás ya que ella no era de Corea del Sur. Tenía bastante busto y un trasero que parecía manzana de lo redondo que era pero sobre todo su cintura en forma de arena de reloj era lo que más atraía pero lo que ella más inseguridad le generaba, además de su busto obviamente.

- Sunhee estas perdiendo el ritmo - La entrenadora gritó y la música cesó de un momento a otro, haciendo que los trainees y Kya solo observen a la intimidante mujer por su tono de voz.
Ha-na Sok una mujer de unos cuarenta y tantos que no parecía para nada de esa edad si no de mucho menos, se acercó rápidamente a la mencionada Sunhee que se la veía un poco asustada.
-Lo lamento, prometo mejorar - Sunhee enseguida se disculpo y la entrenadora se acercó tanto que incluso invadió espacio personal.
- ¿Así es como quieres debutar? ¿Cometiendo errores y disculpandote diciendo que mejorarás?- La entrenadora Ha-na escupió esas palabras.
Kya no quería observar más esa escena, tan solo se limito a mirarse al espejo del gran salón. Nunca entendió como pueden dejar que pisoteen su orgullo de esa forma, ella era una persona muy explosiva y si la entrenadora Ha-na le hablaba en algún momento de esa manera sabría que no duraría mucho más en JyP Entertainment.

- El entrenamiento acabo por hoy - Gritó Ha-na y esta vez furiosa. Kya al no prestar atención no sabia el motivo pero tampoco le importo, ya que aquí tampoco se importaban mucho por ella.
Los trainees enseguida comenzaron a suspirar cansados, algunas corrían a tomar un poco de agua de las botellas de sus bolsos. Kya solo se limitó a caminar hacia su bolso negro, agarrarlo y salir de ahí tranquilamente.

KYA POV'S

Necesitaba ya terminar el entrenamiento de hoy, cada vez se hace  más duro.
Al salir del salón primero me sentí aliviada, sabía que no tenía que aguantar miradas en el camino que no me gustaban.
Verán, llegue a Corea hace 7 meses desde Argentina. Vine por un programa de reclutamiento en el cual me inscribí vía Internet y aquí estoy.  Simple. Solo omitamos que tuve que pasar por demasiadas audiciones, evaluaciones de idioma, canto, etc.
Camine por el pasillo encontrándome con el ascensor, apreté el botón para bajar ya que estábamos en el tercer piso. Al abrirse las puertas ingresé y espere que comience a bajar pero eso no ocurrió, empezó a subir.
Cuarto....quinto....y freno en el sexto.

"Mierda" pensé.

El sexto piso pertenecía a los grupos que ya han debutado, los idols, mejor dicho.
Las puertas del ascensor se abrieron y dos chicos altos, uno más que otro, pelirrojo y rubio charlaban animadamente. Hasta que notaron mi presencia y fue seriedad mezclada con confusión pura.
Ambos ingresaron a la pequeña caja de metal, denominada ascensor y presionaron el botón 2.
No quería observarlos tan descaradamente así que lo hacía distraidamente como mirando distintos puntos del cubículo.
El rubio llevaba una camisa negra ajustada con unos pantalones de cuero brillante adornados con una cadena. Tenía maquillaje y debo decir que se veía jodidamente bien. Un rosto bastante llamativo y su voz, ufff, muy ronca.
Pero el pelirrojo capto un poco más mi atención, tenía el cabello por los hombros suelto, camiseta negra sin mangas con letras rojas escritas pero no llegaba bien a ver y también unos pantalones negros como el rubio sin la cadena. Maquillado también por lo que vi ya que el me daba la espalda.

Quinto piso....cuarto piso...

Parecía una eternidad y me estaba sintiendo incomoda, el rubio no dejaba de observarme y lo sabía por ese instinto que tenemos las personas al sentir que nos miran.

- Puta mierda apúrate - Me salio insultar la velocidad del ascensor en mi idioma natal, español.
Y fue un error, ambos exclamaron un "mmm" de confusión.

Tercer piso....

- ¿Española?- Esa voz grave me hizo voltear a verlos y maldita sea eran los hombres más hermosos que vi en mis 19 años. Me quedé sorprendida y un poco atontada, creo que tanto que no me di cuenta que me quedé observándolos más de lo que tiene que ser al responder. Así que reaccioné.

- Argentina - Contesté un poco seca, sabía como eran los coreanos y más los hombres con las extranjeras y si eran latinas peor.

"Piso dos" - La voz robotica del ascensor fue mi salvación, ellos habían presionado el número 2 así que era su piso.
Ambos me miraron antes de bajarse y siguieron su camino. Pero mientras las puertas se cerraban escuche al pelirrojo preguntarle al rubio "¿Donde queda Argentina?".

Llegue a planta baja y camine hacia la puerta principal de salida.
El edificio era bastante moderno y enorme con ventanales gigantes y metalizado. Una recepción con cuatro personas trabajando allí para atender a la gente que viene a ver al CEO, los idols o incluso a inscribirse.

Decidí olvidarme de esos chicos, sabía que era algo random del día y que no los volvería a ver jamás en mi vida, así que fui a la parada de autobús para ir a mi departamento.

Pero que estúpida era al pensar que esa sería la última vez...