Todos en algún momento pasamos por etapas difíciles y nadie vive la misma realidad del otro, lo queramos o no, son las vueltas de la vida.
Rafael es un joven de 24 años cuyos problemas familiares lo agobiaban a más no poder, las discusiones entre sus padres eran cosa de cada día, gritos, golpes, era algo que parecía no tener fin. Rafael contaba con buena situacion económica debido al empleo que tenía como Profesor de física en la Univerdad de Chile. Esto le permitió mudarse de casa de sus padres a un modesto departamento en el centro de Santiago.
Rafael mantenía un estilo minimalista en su vestimenta y esto se veía reflejado tambien en la decoracion de su nuevo hogar, una que otra cosa por aquí y por allá, pero nada resaltaba más que otro objeto.Cada vez que Rafael iba a la cocina, sentía un vacío en la pared que daba frente a la salida de esta. Acostumbraba a mirar mucho su reloj de pared en casa de sus padres, ya que este era el único que permitía que pudiera ir a su habitación cada vez que llegaba el fin del horario de la cena.
Un día al regresar del trabajo, Rafael llegó a casa con un reloj de pared digital entre las manos.
"Es sabido que el tiempo vale oro y que de noche el reloj que late, es el corazón del tiempo. tic, tac, tic, tac".
Ya tenía pensado donde ubicar su nuevo reloj, era en aquella pared frente a la salida de la cocina, ahí... quedaría perfecto. Cuando Rafael se disponía a colgar el reloj se dió cuenta de lo difícil que era poder distinguir el derecho y el revés de este, un reloj de estilo tan sencillo, solo con numeros cuadriculados, sin marco, sin cristal, nisiquiera podrías saber la marca de este ya que no contaba con nada más que números.
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21:12
ParanormalRafael es un joven de 24 años que al irse a vivir solo, conoció el verdadero silencio. Traumas del pasado lo llevan a necesitar un objeto, que utilizado de mala manera, puede llevarte a la completa locura.