Dulce y Doloroso

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Capítulo 14

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Capítulo 14

Dulce y Doloroso

Empresa Escalante

"El Piso de la Muerte"

Sintiéndose completamente protegida en el pecho de Adriano, Margarita, se limpia las lágrimas y le dice que ya se siente lista para bajar. Él, asiente y la acompaña. Una vez en "Los Pisos Bajos" se despiden.

Margarita— Le agradezco que se haya quedado... Y disculpe por todo lo que tuvo que presenciar.

Adriano— No tiene que agradecerme nada. ¿Va para su casa?

Margarita— Solo a buscar ropa. Voy a llamar a Tania, no quiero dormir en mi casa —Adriano la observa, comprende esa sensación—. Ya váyase usted a la suya... mire la hora que es.

Él, asiente:

—Que pueda descansar —Le da la espalda, aún con deseos de quedarse. Margarita lo detiene tomándolo de la mano, él se gira al sentir una corriente inexplicable en todo su cuerpo—. ¿Sí...?

Margarita— Gracias... por todo lo que hace por mí.

Adriano, sin soltarla de la mano se le acerca y le da un beso en la mejilla. Ambos... se contemplan con melancolía al separarse.

Una vez en el auto con su chofer, Margarita toma fuerzas y llama a Tania. Luego discretamente, pasa por la mansión a buscar ropa.

Casa de Adriano y Alicia

Adriano llega a la casa, piensa que Alicia está durmiendo. Se prepara algo ligero de comer y cuando termina se dirige a la habitación; Se sorprende al verla sentada en la cama con el celular en la mano. Esta, finge estar distraída en las redes sociales, pero en realidad intenta controlar la ira que siente.

Adriano, la saluda:

—¿Cómo te ha ido todo?

Alicia, lo mira momentáneamente:

—Bien. —Vuelve su atención a la pantalla.

Adriano— ... Voy a bañarme.

Alicia, lo mira con sospecha. Una vez dentro de la bañera... aprovecha y verifica sus cosas, busca rastros de otra mujer en su ropa. Verifica el cuello de su camisa pero no ve nada, sin embargo, se percata del olor a perfume de mujer... Histérica, camina de un lado para otro esperando con ansiedad a que salga del baño.

Luego de un rato...

Adriano sale relajado, pero se topa con Alicia.

Le pregunta enfurecida:

—Se puede saber... ¿¡Porque tu camisa huele a perfume de mujer!? —Se la tira sobre su pecho.

Adriano, se queda paralizado.

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