IV

43 5 0
                                    

Damián

Observo a mí luna totalmente enojada, sus cejas fruncidas y sus pupilas completamente dilatadas, luce totalmente como un Diosa, es jodidamente hermosa.

-¡¿Me has secuestrado verdad, acaso también me asesinaras así como lo hiciste con mi hijo y espo-la abofetea, mi luna sin duda alza su mano y lanza un golpe con la palma abierta en su cara.

Plaf.

-¡Escúchame bien Liliana!-la sujeta del cabello -Tienes el atrevimiento de hacerme perder el tiempo, viniendo hasta mi departamento, vuelvo y repito con el afán de mostrarme unos videos los cuales no hay, te duermes por unos minutos, no te acuerdas de nada y ahora me estás calumniando, tratando de acusarme.-luce histérica.

-¡¿Con que mentalidad crees que yo mate a mi propio hermano?!-sisea con enojo, su cuerpo erguido, su pequeña cintura, todo es exitante.

-¡¿Eres una maldita perra!?-escupe en su cara.

Las luces empezaron a parpadear y mi sangre empezó a hervir del coraje, una simple humana trata con desprecio a mi luna.

Ella le devuelve con la misma acción.
Por lo cual mi curiosidad por ella aumentó.

Sin duda ella será mia.

A los pocos segundos mi luna sale del departamento sin una pizca de curiosidad por lo que había pasado, como si no le importará nada.

Entre las sombras la segui lo vinia haciendo desde que la conocí, todos sus pasos sus movimientos. Ella se encontraba en su auto manejando a una velocidad considerable, de un momento a otro giro de volante cambiando totalmente de ruta ahora a una alta velocidad, intrigado espere su movimiento.

Su auto salió disparado del puente, con una velocidad llegué a donde su auto salió prácticamente volando por los aires.

-Tanto te importan esos humanos al punto de querer matarte- susurre mientras miraba el río turbulento, confundido por su acción.

Nunca entenderé a los humanos, pero

Es sencillamente Magnífico.

Gire sobre mis talones y con los brazos extendidos deje caer mi cuerpo, sin perder más tiempo nade hasta el auto, abri la puerta y vi el rostro de mi luna que lusia casi sin vida y hermosa.



               ~†~†~†~†~†~†~†~†~†~†~†~

Verónica

- Lo siento hermanita tengo que irme- Mateo besa mi frente para luego dar vuelta sin mirar atrás.

-!Mateo no me dejes sola por favor¡-trato de perseguirlo pero mi cuerpo no se mueve.

-¡Mateo por favor!-vuelvo a gritar, mientras mis lágrimas se deslizan por mi rostro.

-¡MATEO!-grito con angustia.
Abro mis ojos exaltada, trato de calmar mi respiración mientras miro a todos lados desorientada, otra pesadilla.

Observo todo a mi alrededor un lugar completamente desconocido,me percató de una mirada intensa en una esquina de la habitación. Un tipo alto de cabello negro y buen rostro varonil, luce solamente unos pantalones húmedos y el torso desnudo.

-Hola pequeña demente-pronuncia con la voz ronca, mi cuerpo se eriza por completo.

Lo miro molesta.

Recuerdo el agua entrando en mis pulmones tan dolorosamente, tanto que ahora mismo mi cuerpo se estremece del recuerdo.

-¿Donde estamos?-pregunto un poco curiosa.

-En mi casa-responde de lo mas normal.

Ladeo mi cabeza.

Dulce Pecado ✔+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora