Capítulo 9. La ciudad de Ashkaly

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- Ey hola, buenos días – Saludé a Damian y Asth – Estoy haciendo el desayuno, pensaba en esperar a que alguien se levantara, pero tenía mucha hambre, además después de ver su refrigerador me di cuenta que la comida es idéntica a la mía, así que no habrá problema

- Buen día Mili, digamos que lo único que cambia en este plano son todos los seres vivos

- ¿Ah, enserio?

- De hecho hoy saldremos los tres, para que te vayas adaptando y para conseguirte ropa adecuada a este lugar

- No me incluyan a mí, iré a patrullar algunas zonas – Asth ya se encontraba comiendo

- Aylin lo dejó como orden, debemos obedecer – replicó Damian mientras se sentaba

- ¿Aylin y Ban no están? – pregunté

- Fueron a reportar lo sucedido a la facción, tardarán al menos día y medio en volver

Después de desayunar Damian me proporcionó un conjunto de ropa de Aylin, la verdad dudaba llenar su ropa, pero me dio pena decirlo, me metí a bañar y me cambié, en efecto, la ropa de Aylin me quedaba grande, ella era mucho más alta y con más curvas, por suerte la blusa se podía ajustar más, en cuanto al pantalón tuve que ingeniármelas. Salimos de la casa y me quedé anonadada por el paisaje majestuoso que se alzaba frente a mí, los colores eran extravagantes, la naturaleza aquí era otro nivel, bajamos unos cuantos escalones y comenzamos a caminar rumbo a la ciudad, no nos tomó ni quince minutos llegar. Había todo tipo de especies desde hadas, trolls, vampiros y otros más que no sabía qué eran. Entre más avanzábamos sentía como todos nos volteaban a ver y por un breve momento me dio miedo, de niña escuchaba que algunos seres míticos comían humanos y que podían oler a kilómetros de distancia uno, tal vez un hada no me haría nada ¿pero y si un vampiro olía mi sangre? En ese momento sentí una mano posarse en mi hombro

- Tranquila, nadie aquí come humanos, no es como en los cuentos – Damian me sonreía para que me calmara – Además si nos observan demasiado es porque traemos esto – Damian señaló el pin que llevaba en su camisa – Es muy raro que vean a miembros de la facción, es como si fuéramos de la realeza, además somos guapos, atraemos miradas donde sea – sonreí

- ¿Cómo sabías lo que pensaba? ¿Ya pudiste leer mi mente? – Damian negó

- Es solo que vi cómo te ponías pálida cuando pasamos al lado de esos vampiros

Mientras Damian iba explicándome algunas cosas y dándome un recorrido como un guía turístico, Asth iba detrás de nosotros sin decir nada. Finalmente llegamos con la modista, quien era un hada, no era como en los cuentos, no era para nada pequeña ni tampoco tenía una varita mágica, pero no tenía pies o al menos no se le veían, pues parecía que el largo de su vestido se desvanecía hasta el suelo, lo que si tenía era como polvillo, ya que cada vez que se movía salía brillantina dorada que se evaporaba antes de tocar el suelo.

- ¿Qué hace una humana en este plano? – Tragué saliva cuando el hada me escaneó de arriba a abajo, yo creía que solo los de la facción sabían sobre los humanos y los portales

- Es una hibrida, la hemos rescatado del plano humano – Respondió Damian

- No sabía que la facción había lanzado una misión hacia allá

- Hay muchas cosas que la facción mantiene en confidencial – Esta vez habló Asth, el hada se aclaró la garganta y lo miró con desdén

- No estaba hablando contigo Daemon – miró a Damian nuevamente – Eres uno de mis mejores clientes Damian, lo dejaré pasar por esta vez

No entendía muy bien la actitud del hada, pero sin duda no me agradaba. Damian me dijo que buscara en el catálogo algo que me gustara, ya que ella iba a confeccionarlo para mí, a decir verdad todo me gustaba, por lo que me dio un poco de trabajo elegir, Damian lo notó y me dijo que por el momento escogiera algo cómodo, que en caso de que me hiciera falta otra cosa podría venir después y pedirlo a su nombre. Después de que el hada me tomó mis medidas dijo que estarían listas antes de que se ocultara el sol, agradecimos y salimos de ahí. 

La ciudad no era muy diferente a la de el plano humano, había varias tiendas, mucha gente e incluso bicicletas, se me hizo muy curioso, pues no sabía que existían aquí. Creí que podría haber carros o motos, pero lo único que había como transporte eran unos tipos carruajes siendo jaladas por unas criaturas casi transparentes parecidas a los caballos, que sacaban una especie de vapor de todo su cuerpo. 

Seguimos recorriendo la ciudad un rato más, después de todo teníamos que hacer tiempo cuando de pronto una carta flotante apareció frente a Damian, según lo que él me había explicado hace un momento es que aquí las personas se comunican así, escriben una carta y recitan un hechizo que le hace llegar el mensaje al destinatario, por otra parte cuando son basthert, término que se les daba aquí a las almas gemelas se podían comunicar a través de pensamientos.

Damian me contó que en este plano todos creen en el destino, y que cuando nace alguien nuevo, nace con su destino escrito, todo esto a raíz de los basthert, estos por lo general son de la misma especie y se reconocen entre ellos cuando cruzan las miradas, si bien Damian me dijo que él no ha encontrado a su basthert, algunas personas que si lo han encontrado describen el sentimiento de verse por primera vez como una corriente eléctrica seguida de una ola de tranquilidad, es como si nadie existiera más que ellos dos.

- Lo siento surgió algo y debo resolverlo, Asth terminará el recorrido, nos vemos en la noche

Sin más Damian se marchó, dejándome a solas con Asth, él solo me dijo que caminara y que él iría atrás de mí, le hice caso y seguía avanzando mientras observaba la majestuosidad de la ciudad, tenía una combinación entre construcción moderna y medieval. Sin embargo entre más nos acercábamos al corazón de la ciudad pude sentir más miradas clavadas llenas de desprecio, extrañamente no iban dirigidas a mí, sino a Asth.

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora