¿Donde estás?

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Estoy totalmente cansada, llevó varias horas aquí.

En cuanto pude salir de mi shock emocional - no pude estar nada tranquila - estoy impaciente dando vueltas como un León enjaulado.

El cielo se había tornado de un color aún más opaco - parecia una gran cortina negra - no había parado de llover y el clima se había vuelto totalmente frío, y aún más, todo se estaba volviendo un gran desastre.

Después de que esperé horas a que llegará la policía a el lugar en donde se encuentra ahora la escena del crimen - tuve que hacer todo su maldito trabajo - debido a que empezó a llover muchísimo, el lugar se fue degradando mediante el agua seguía callendo sobre el cuerpo y sobre las posibles pistas.

Tuve que agilizar todo hasta que llegará el forense - gracias a Bridget debo de admitir que aveces piensa - pude aprender a hacer este tipo de cosas.

Toda yo parecía un zombie, una muerta viviente, mi piel se encontraba fría y húmeda debido a la lluvia y aquel clima tan frío.

_ Buenas tardes - dice alguien a mi espalda, había estado tan sumida en todo lo que había estado haciendo, que no me percaté de la presencia de alguien más.

Mire hacia atrás instintivamente, era un chico esbelto, traía un paraguas y un maletín en su mano - no pude detallarlo más detenidamente - porque mis ojos estaban vidriosos y empañados por la lluvia - ni siquiera me había dado cuenta de cuánto tiempo había estado ahí agachada como una indigente, recogiendo y recolectando cualquier cosa que me pudiera ayudar para la investigación.

Me miró curioso, y con una que otra expresión que no pude descifrar - y luego de unos cortos segundos me di cuenta de que no había respondido a su saludo y me le había quedado viendo raro.

_ Hola - digo.

Siguió examinandome con la mirada y...

Oh! ¡Que vergüenza!

Con toda razón me había estado mirando así - pensé para mis adentros - más que desaliñada parecía una psicótica o esquizofrénica.

Mi físico no le aportaba nada bueno a la situación - estaba tirada en el piso, con las manos ensangrentadas, mi peinado se había deshecho, dejando caer mi largo cabello sobre mis hombros - el cual se pegaba a mi y tapaba parte de mi cara - me había quitado el Jacket que traía puesto y la piel de mis hombros y brazos estaba expuesta y para rematar me había quitado las botas que traía puestas - parecía salida de un manicomio.

_ Señorita, no creo que una persona como usted deba estar en este lugar - dijo serio ¿Qué? ¿ acaso me veía en tan mal estado?

_ ¿Qué dice? - lo mire ladeando la cabeza. Por su gesto, Al parecer esta mal entendiendo la situación.

_ Pediré a uno de mis compañeros que la lleve a la estación para que sus padres pasen por usted.

Esta vez me reí ¿qué carajos?

_ Entonces ¿llamará a mis padres? - le pregunté sarcásticamente.

_ Así es - dijo serio, mientras veía como me levantaba.

_ Anote entonces - dije.

_ ¿A qué se refiere?

_ Le daré su número, para que los llame.

Me miro enojado - lo mire desafiante - durante unos pocos segundos nos sostuvimos la mirada, con determinación dio unos pasos hasta quedar muy cerca de mi, fruncio el seño, y cuando parecía que me diría hasta de lo que me iba a morir - apareció un chico en forma de Ángel - y cuando digo Ángel, me refiero a que fue mi salvación en ese preciso momento.

Juego del asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora