Capitulo 1

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Hoy: una mañana de verano, estamos en vacaciones, me emociona la idea de que entraré a tercer grado, eso es lo que mas me agrada, pero... Hay también otras cosas que me desagradan, una de ellas es que conoceré mas gente, mas personas se unirán para molestarme, todos me miraran como el bicho raro, pero es que si lo soy. A ver ustedes díganme, ¿Quién se sale por las noches a arruinar los jardines de los vecino? ¿Quién lee novelas de amor? Bueno, eso no es tan raro, mas bueno no es raro, pero conmigo hacen la excepción ya que soy hombre; soy el típico chico romántico y cursi, por eso solo eh tenido una novia, y esa novia me cortó al siguiente día, que absurdo.

Pero bueno, no estamos aquí para hablar de mi, si no de ella, esa niña que sale a diario a andar en bici, esa niña que usa ropa deportiva y que realmente se le ve bien, esa niña a la cual le quiero hablar pero no me atrevo, también es esa niña cuyo nombre desconozco.

Mi madre me esta llamando, como la maldigo cuando es temprano y ella me despierta, es como el mismísimo Satanás, pero fuera de ahí la amo con todo mi corazón, ella es la persona que mas adoro, que mas aprecio y admiro.

-¡Ya voy!- grité lo más fuerte que pude.

-No te vallas a volver a dormir- dice mi mamá desde la puerta de mi habitación.

-Si que eres rápida- me burlo.

Ella me dedica una sonrisa y yo me levanto de la cama para irme a bañar.

Estaba desayunando con mi mamá. Se preguntaran dónde está mi papá, pues él murió, así como se escucha, él murió cuando yo nací, se que es tonto, pero es verdad, les contaré la historia:

Resulta que yo había nacido, mi padre recibió la noticia y fue directo al hospital donde se encontraba mi madre, en el camino tuvo un accidente y él murió. Es algo muy triste, jamás supimos como fue, solo nos dijeron que chocó y eso fue todo. Con decirles que ni si quiera nos dieron el cuerpo, todo estaba destrozado, todo en pedacitos pequeños.

Ya era hora de irme a clases; otro día más de lucha.

-Cuídate mucho, hijo.

-Claro Ma- contesté y de inmediato salí por la enorme puerta de madera.

En cuanto llegué a la escuela todos se me vinieron encima.

-Gracias a ti tenemos que hacer doble tarea.

Decía un chico.

-Ahora tu la harás por nosotras.

Decía otra chica de el fondo.

-¡Ya!

Gritaba desesperado.

Me están pateando y jalando el cabello.

Cada ves iban subiendo de nivel, hasta ahora solo me habían amenazado, eso no era nada, pero ahora... Ahora ya hasta me golpean, ya no puedo con esto. Adiós mundo.

Empecé a golpear a todos a mi alrededor, no me importaba si eran mujeres o no, la verdad con esto haré que me respeten, solo así.

-Me vuelven a molestar y les juro que no respondo.

Les advertí.

Una chica al fondo se comienza a reír, yo solo voy hacia ella, la tomo del brazo y le digo.

-Créeme que si fueras hombre te estarías quejando del dolor, en el piso.

Ella solo soltó una risa nerviosa. Yo en cambio me alejé. Ya no quiero que me sigan molestando, es algo realmente molesto, que cada día tengas que soportar las bromas pesadas, las críticas, ¿Desde cuando me importan las críticas? Desde nunca, así que las críticas elimínenlas de la lista.

Me estaba quedando dormido en clases. Cuando de repente siento un golpe en mi cabeza.

-¿Ahora qué?

Pregunté.

-Joven, no se tiene que quedar dormido en clases, para eso está la casa.

Dijo el maestro.

-Como diga.

La tarde pasó aburrida, hasta que escuche el ruido de la bicicleta, me asomé por mi ventana, y la vi, a ella: pelo largo amarrado en una coleta alta, ojos cafés, tez blanca como la nieve, parecía que no era tan alta, pero aun así estaba hermosa.

No me animaba a hablarle, parecía que era muy seca, que no hablaba mucho. Aunque las apariencias engañan.

Pase toda la tarde viéndola, como paseaba en su bicicleta, como se paraba en ella, todo de ella, todo, absolutamente todo era perfecto. Por un momento pensé en hablarle, en decirle lo guapa qué es, en muchas cosas, pero no puedo hacerlo, ella no me lo permite, no se puede, y no es porque no quiera, simplemente no se puede.

Era hora de cenar, yo preferí quedarme en mi cuarto, no quiero salir y ver que mi madre me regañara por estar todo el día pegado en la ventana.

Ya se que no fue todo el día pero mi madre es muy exagerada y pues piensa que ni si quiera fui a la escuela por ver a la hermosa niña, mi madre piensa que estoy loco, pero no es así, yo no estoy loco.

Estaba tan emocionado, mi madre me iba a comprar una bicicleta. Por fin saldría a andar en bici con ella, al fin podría saber su nombre para dejar de nombrarla <Ella>.

-¿De qué color quieres tu bicicleta?

Me preguntó el vendedor de la tienda.

-¿Ah?

Contesté desubicado.

-¿De qué color quieres tu bicicleta?

-Pues... De color azul.

El chico me llevó a donde tenían las bicicletas de color azul.

Escogí una que era completamente azul, sin ningún diseño.

Llegó la hora de salir. Tomé un vaso, le coloqué agua. Fui por mi bici nueva.

La saqué y comencé a andar en ella. Después de quince minutos salió la niña. Fui hasta donde estaba ella, y me animé a decirle...

N/A: Hola. Bueno empecemos; este es mi primer capitulo, espero les guste, en serio lo hice con mucho amor. Yo no soy de las personas que planea los capítulos y así, simplemente las ideas surgen de mi cabeza y mis dedos comienzan a escribir en el teclado. Como verán yo escribo en el celular y aveces en la laptop, pero aun así estaré actualizando seguido. Espero les haya gustado, cualquier comentario, cualquier duda no teman en preguntármela. En fin con esto me despido. Hasta el próximo capitulo.

La niña de la bicicletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora