Lección nº23

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Yoongi nada más entrar en su piso, patea la primera mesa que encuentra, asustando al perrito que lo saludaba contento, siente una rabia increíble en ese mismo momento, no entiende porqué ha hecho semejante tontería.

- No deja de ser un niño, Min Yoongi – Dice en voz alta, yendo a la cocina - Te has enamorado de un puto crío que hace estas cosas.

Abre uno de sus armarios, obteniendo de él una botella de whisky y un vaso, nada mejor para pasarse el cabreo que eso.

Lo deja en la mesita que está enfrente del sofá y va a por su más oscuro pecado, el cual no hacía desde que empezó con Taehyung, pero necesita con urgencia ahora mismo, obteniendo de su mesita de noche un paquete de tabaco un mechero.

Vuelve al salón, encendiendo un cigarro, dejando que el sabor venenoso de la nicotina llene su cuerpo, deleitándose en el humo que sueltan sus labios. Después prueba el whisky, relamiéndose ante semejante placer. Se encuentra más relajado, qué duda cabe, pero no entiende porqué ha hecho eso.

Siente sus ojos empañarse al recordar la imagen destrozada del menor en su coche y al salir de la clínica, a saber, qué le habrá dicho, quiere acunarlo entre sus brazos, darle besos y consolarlo, pero si se quedaba, está seguro de haber roto con él, tiene demasiado temperamento. Normalmente aguanta las cosas, tiene mucha paciencia y sabe llevar bien las situaciones.

Pero ésta situación se le ha escapado de sus manos, si ahora tiene que seguirle por todos lados para ver qué hace, no tardará mucho en cansarse, él es un adulto con responsabilidades, no tiene que estar cuidando de niños.

En la mano que tiene el cigarro, su anillo de compromiso con el menor brilla ante la luz, removiéndole el corazón al recodar cómo se lo pidió.

Una pequeña gota cristalina se escapa de su ojo, le ha decepcionado tanto su forma de actuar, habría bastado con que se lo pidiera y él habría ido encantado a acompañarle, para acunarle entre sus brazos después de que su madre le dijera las barbaridades que le haya dicho. No le duele que la vea, eso es normal, le duele la mentira, el hacerlo por detrás, el no poder confiar en él.

Holly se sube en su regazo, dando ladridos tiernos, está casi seguro que está preguntando por Taehyung.

- Papi hoy no vendrá, pequeño – Le dice, escapándose más lágrimas – Sólo estamos tú y yo.

Parece que le entiende, porque le lame la mejilla de forma cariñosa, llevándose las lágrimas que hay en su rostro, aunque eso sólo le invita a llorar con un poco más de fuerza.

En casa del menor, sus padres han conseguido acostarlo mientras él se abraza con fuerza al peluche de Kumamon que le regaló Yoongi, lloriqueando encima suya cómo si del mayor se tratase.

Quiere verle, ir a su casa y pedirle perdón por actuar de esa forma, pero sabe que no debe, se ha comportado cómo un verdadero irresponsable e inmaduro.

- Yoonie hyung... - Solloza contra el peluche.

Sus padres que le miran desde la puerta, le dejan ahí, marchándose al salón tremendamente preocupados.

- ¿Qué haremos, querido? – Pregunta SeooJon, entrelazando la mano con su marido – Mira cómo está.

- Esto solo lo puede arreglar Yoongi – Dice Woobin – Nosotros estamos bien con él, ha sido demasiado inmaduro, pero bueno, parece que ha aprendido la lección con lo que le haya dicho la hija de puta de su madre.

- ¿Deberíamos llamarle? – Pregunta cogiendo el móvil – Y comentarle cómo está Taehyung.

- Es mejor que no, Yoongi le conoce mejor que yo, sabe perfectamente cómo está su novio – Woobin se pasa la mano por la cara – Sólo podemos esperar a que se calme, no creo que tarde mucho más en venir por aquí.

El móvil del mayor suena, viendo que efectivamente, Yoongi le está llamando y descuelga deprisa.

- Yoongi ¿Cómo estás? – Pregunta mientras lo pone en altavoz.

- Bueno, estoy – Dice con voz ronca desde el otro lado – Decidle a Taehyung que se prepare, estoy allí en media hora, por favor.

- Claro cariño – Dice SeooJon.

La llamada se termina y ambos van corriendo al cuarto de Taehyung, que sigue balbuceando cosas contra el muñeco.

- Pequeño – Taehyung mira a su padre – Coge tu pijama y lo que necesites, viene Yoongi por ti.

- ¿Qué? – El menor se incorpora de golpe - ¿En serio?

- Sí, venga, que estará aquí en veinte minutos – Sonríe Seoojon.

Taehyung corretea por todo su cuarto cogiendo las cosas que necesita, con un sentimiento de tremenda incomodidad en su interior, teme con toda su alma por que el mayor le deje.

A la media hora exacta, suena el claxon fuera y el menor sale pitando de la casa, metiéndose con miedo en el coche. Yoongi gira su cara a la de él, partiéndole el corazón porque también ha llorado.

La mano grande del mayor se cierra sobre su nuca y une ambas bocas en un beso profundo, haciéndole llorar a él también. Se separan, quitando Yoongi las lágrimas de su rostro.

- ¿Vienes a dejarme verdad? – Solloza, cerrando los ojos – Yo te amo, no me dejes, por favor.

- Vengo a llevarte a casa a dormir, quiero que hablemos – Dice sonriendo apenado – Al principio no quería verte, pero te necesito, Taehyung – El menor abre los ojos, mirándole enternecido – Vamos a hablar de lo que has hecho, me explicarás por qué y luego te daré mimos mientras me cuentas la gilipollez que te haya dicho tu madre.

- No te merezco, Yoongi hyung – Solloza, besando sus labios – Eres maravilloso.

- Estamos prometidos, Taehyung- Yoongi le muestra su anillo – Claro que me mereces.

Se funden en un beso lindo y tierno, que sabe salado debido a las lágrimas del menor, que no ha dejado de derramarlas ni un momento.

School luv affair ♡ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora