⌜Hay lugares inesperados para encontrar el amor, y, aunque la universidad no suele ser uno, ser convierte drásticamente cuando es con el profesor ⌟
⇝ Taehyung bottom
⇝ Yoongi top
Le cuesta abrir los ojos, pero lo hace, al principio no tiene claro dónde está, solo tiene claro que el cuerpo le duele como la mierda. Pestañea para acostumbrarse a la luz, observa su alrededor, todo blanco y lleno de cables, está en una habitación de hospital. Siente su mano cálida y baja su vista a ella, descubriendo que está atrapada por una más grande y blanquecina.
Las lágrimas acuden raudas a sus ojos, girando su mirada al rostro destrozado de su novio, que está en el sillón que hay entre las dos camas, con los ojos cerrados y con una percha con suero, una vía en su brazo y más pálido de lo normal. Terror es lo que siente en ese momento, no entiende porqué Yoongi está en ese estado.
- Yoongi hyung, Yoongi hyung – Le llama, moviendo levemente la mano – Yoongi hyung.
El mencionado se mueve en sueños, despertándose con lentitud, viendo que el menor le mira desde la cama. sus ojos se abren de golpe y una sonrisa de tranquilidad se forma en su rostro.
- Taehyung ¿Cómo estás? – Pregunta dulce.
- ¿Yo? ¿Qué te ha pasado a ti? ¿Por qué estás así? – Le dice, intentando incorporarse sin conseguirlo.
- Tu madre y yo tuvimos un pequeño desencuentro, nada que unas semanas de hospital y mucho amor no pueda curar – Le dice algo divertido.
La puerta de la habitación se abre y el menor mira a sus padres, que vienen ambos con un café y les sonríe, ambos se tiran a abrazarle, lloriqueando encima de su hijo.
- Oh Taehyungie, por fin despiertas – Balbucea Woobin – Estábamos tan asustados.
- ¿Qué ocurrió? – Pregunta, mirando a Yoongi, que se pone bien en el sillón – Aunque antes, querría disculparme por irme así, me dijeron que estaba secuestrada y que la matarían, sólo se me ocurrió hacer eso.
- Gracias a que dejaste esa nota, Yoongi salió corriendo a la casa de tu madre y pudimos encontrarte a tiempo, antes de que te... - Woobin se corta, no quiere ni decirlo.
- ¿Y mamá? ¿Qué ha ocurrido con ella? – Pregunta, apretando la mano de su novio.
- Está en la cárcel, no va a salir nunca más, tiene demasiados casos como para hacerlo – Le explica el pelinegro – Se acabó todo esto, Taehyung.
- Sí, esa mujer no es mi madre, no puede serlo si me hizo todo eso, me drogó y además iba a dejar que me violasen – Su labio tiembla – Muchas gracias a todos por venir a por mí, me habéis salvado la vida – Taehyung mira con curiosidad a Yoongi – Pero aún no me dices que te ha pasado a ti.
- Ya te lo diré, ahora a descansar – El mayor se levanta dificultoso, dejando un leve beso en sus labios para tumbarse en su cama – Los sillones de hospital son jodidamente incómodos, joder.
Los tres se ríen es curioso cómo alguien con la cara de un gatito es capaz de hablar de esas formas tan ordinarias.
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Las semanas que ambos pasan en el hospital son duras pero llenas de buenos momentos, todos van a verles, a Taehyung le han regalado más dulces de los que se podría comer en su vida y Yoongi bueno, duerme casi todo el rato, alegando que es cosa de los sedantes.
Su relación se ha fortalecido un poco más después de todo esto, por primera vez en meses pueden estar tranquilos, no va a pasar nada más, no va a ver una loca que trate mal a su hijo o quiera matarlo.
Hoy es su última noche de hospital y Yoongi le pone unos parches de color carne que sirven para quitar las cicatrices, se los ha recomendado el médico, éstos regeneran la piel dañada y acaban con las marcas casi al completo. Con el último parche en su muslo y un beso, ambos se tumban en la cama, Taehyung mirando el apósito del costado de Yoongi, que está casi curado.
- Gracias, Yoongi hyung – Susurra contra su piel – Te debo mi vida entera.
- Qué tonto eres – Ríe levemente, dejando un beso sobre su cabello – Por cierto ¿No te aburre ya el rosa? Además, tienes el pelo bastante largo ya.
- He pensado en teñírmelo de mi color original, que es negro – Pucherea – Y tú también tienes el pelo largo.
- Lo sé, estoy espectacular – El menor sube la mirada y sonríe cuando le guiña.
- Sí, siempre lo estás – Sonríe aún más grande – Yoongi hyung, quiero vivir contigo.
- No pensé que llegaría este momento – Se hace el dramático, quitándose una lágrima invisible.
- Podríamos alquilar una casa más grande y por qué no buscarle un hermanito o hermanita a Holly – Las mejillas le arden – Me gustaría también tener algún cuarto más dónde pudiera pintar.
- Lo que tú quieras, yo estoy en este mundo para hacerte feliz – Sonríe el pelinegro – Mañana nos dan el alta, y nos pondremos a buscar.
- Te amo mucho, Yoongi hyung – Dice dulce, acercando su rostro al de él.
- Yo sin duda te amo mucho más, Taehyung – Susurra, acortando la distancia.
El beso es fantástico, lento y cómplice, lleno de sentimientos profundos y una felicidad inmensa por haber encontrado a su media naranja de ese mundo, a su alma gemela, a su todo.
Con una mano entrelazada y las bocas moviéndose a la misma vez, degustándose la una a la otra, Yoongi se sitúa encima del menor, abriéndose paso entre sus piernas, ambos con una sonrisa cómplice están dispuesto a marcharse del hospital por todo lo alto.
Esa es la primera noche de muchas en las que la pareja compartirá cama hasta el fin de sus días.
