Rubí
Después de llorar todo el camino de vuelta a mi casa, le entregué a mi mamá la carta que me dejó mi hermosa y ella al igual que yo se rompió en mil pedazos.
—Todo esta cuestión es culpa mía.— dijo llevando una de sus manos a su cabeza — Es obvio que toda esta cuestión la hizo el Pedro, ese hueón.
Apretó los puños de rabia y dejó la carta en la mesa para no romperla y siguió culpándose en voz alta.
—Fui una tonta, como le fui a creer a ese hueón de nuevo. Vi cómo trataba a la Emeralda, que la quería.— terminó irónica.— Pero la gente como el no cambia, una vez que comienzan no paran nunca más.
Ahí estaba de nuevo. Lo mismo que llevaban diciendo desde que apareció, "cambiar". Eso era más allá de cambiar con respecto a su desaparición, a su irresponsabilidad, tenía algo más en el trasfondo y con mis últimas energías lo iba a averiguar.
—¿Qué hizo? — dije apenas — ¿Qué hizo ese señor?
Mi mamá me miró con la misma cara que me miró el día que me encontré con el Pedro afuera del colegio.
—Ay Rubí.
Me explicó todo y me dieron ganas de vomitar. Fue una explosión de información en mi cabeza.
Era cierto, no se fue porque quiso, pero la verdadera razón era aún peor.
El Pedro, cuando la Esme a penas tenía dos años era parte de una banda delictiva. Mi mommy que creía que estaba enamorada no lo dejaba porque el siempre le prometía que estaría con ella, que le iba a dar todo lo que necesitaran ella y sus hijas.
Un día todo se le escapó de las manos y una bala llegó a una persona inocente. Mi mamá no pudo seguir en esa parte, pero me imagino lo peor. Esa noche llegó lleno de sangre a despedirse para escapar, discutieron y se fue, pero lo atraparon.
Diez años y un día, luego siete por buen comportamiento.
Ese era el hombre que me engendró, que cuando pequeña creí que era un santo, que me llevaba a la plaza y me elevaba lo más alto que podía en el columpio hasta que llegaba a sentir que volaba.
Pero todo que vuela tiene que aterrizar y en este caso estrellarse.
—¿Por qué no nos dijo nada?
—Rubí...
—¡¿Por qué no dijo nada?!¡No ve la cagá que quedó!¡El papá de mi polola está preso!¡Quizás nunca más la vuelva a ver! — lloré estrepitosamente con mi boca completamente cubierta de lágrimas — ¡Toda esto se podría haber evitado si hubiera dicho alguna hueá!
La semana siguiente no fui ningún día al colegio y la Esme tampoco. Las dos estábamos devastadas. La Esmeralda sentía una decepción gigante y también se sentía mal por darle una oportunidad. No la culpo, no lo conocía y tampoco sabía las atrocidades que hizo.
Yo me sentía fría, en el sentido figurado y literal, podía ponerme millones de frazadas y seguía sintiendo frío. Necesitaba cerca mío la calidez de los rulitos más hermosos del mundo.
No había ninguna noticia con respecto al robo, ni al Sergio. Un policía honesto nos dijo que podrían demorarse hasta años en resolver el caso, que no era tan fácil porque no habían muchas pruebas. Que una de las personas involucradas sabía trabajar muy bien y sin dejar huellas.
La incertidumbre me estaba matando. Cada día que pasaba sentía que la perdía. Me preguntaba como estaba ella y es obvio que está mil veces peor que yo. Sin su papá, sin casa, sin ninguna pertenencia. Lo único que quería era estar con ella para apoyarla, pero no teníamos ninguna comunicación.
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Amor de Papel • Rubirena •
FanficYo Pensaba que el amor no era para mí. Y yo busqué el amor en el lugar equivocado. M&R🌹