Una semana después, me encuentro en clases de literatura y debo hacer grupo con Tom, sólo porque a la profesora le pareció mejor que una "latina" tenga un buen profesor de literatura.
Parece que esa tipa que lo "preparaba", logró hacer que rindiera buenos frutos, porque ahora tiene las mejores calificaciones de toda la institución. O, puede ser que todo sea mentira y que el resto de Wicked Bones esté bajo un embrujo.
Respiro hondo mientras Tom me habla y habla animado. Sonríe, me hace chistes y lo único que quiero es clavarle la lapicera en el ojo. No obstante, son pensamientos que mantengo en un segundo plano. Necesito saber si ese idiota no lee mentes, quién sabe realmente cuál es su verdadera cara.
―¿Entendiste?
―¿Qué? ―susurro con un tonito tímido. Lo bueno de esta nueva carcaza es que tiende a sonrojarse más rápido. Su piel pálida le da esa pequeña ventaja que le encanta a cualquiera que quiera avergonzarme como Bernard y Tituba ―. Perdón, es que creo que no te he entendido...
―No pasa nada ―hace un gesto con su mano y veo ese rubio cabello que brilla bajo la luz de tubo ―, sólo quería preguntarte si entendiste a qué apuntaba Carmilla cuando hablaba de la compañía eterna.
Ah, cierto, estamos leyendo Carmilla, la novela de Sheridan Le Fanu. Me río entre dientes con un poco más de modestia.
―Creo que quiere convertirla en vampiresa, ¿no? ―vispeo que Tituba está a unos asientos y me alza las cejas, en señal de que el papel de pelotuda me lo estoy tomando más a pecho. Respiro hondo y trato de ponerle un poco más de intensidad ―. Es decir, Carmilla no es muy buena, ¿no?
Tituba hace un gesto obvio de "¿Esta es o se hace?" pero luego rompe en risitas, llamándole la atención al chico que hace grupo con ella, quien no deja de babearse por sus piernas bien torneadas.
"Buena suerte si planeás tocárselas, pelotudo. Tituba es sólo mía y de Bernard por su propia voluntad..."
¿Te cuesta demasiado leer en inglés? ―frunce el entrecejo con un gesto muy preocupado y yo sólo quiero agarrar un hacha y partírsela en la cabeza ―. Tengo una amiga que podrá darte una mano si necesitás...
Por acto reflejo vuelvo a ver a Tituba, está helada en su lugar.
Espero.
Tituba asiente lento y claro, así que contemplo a Tom a los ojos y sonrío con un gesto más coqueto.
―Me encantaría, pero ¿me acompañarías también? ―pongo una mano sobre su brazo y vuelvo a contemplarlo a los ojos. Tom se tensa y es claro cómo traga pesado; una visión más que deliciosa ―. No la conozco y no sé si podré caerle tan bien como a vos...
Tituba está mirándome directo, ignora al calentón de su compañero y su sonrisa es un obvio "no puedo creer lo bien que se te da esto".
―Bueno...
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𝐄𝐥 𝐩𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨
HorrorNo hay nada más peligroso que un fantasma que no tiene nada que perder. Tituba Rodrick llevaba una existencia bastante normal como fantasma de segunda en el Limbo. Pero, cuando alguien extraño llega a la mansión con su aparato y la capta por error...