Sky se acomodó junto a Evan, ambos sumidos en un silencio que solo era interrumpido por el suave tintineo de la lluvia contra los cristales. Ella contemplaba el borde de su taza, mientras él exploraba con la mirada los rincones de la habitación.
—¿Vives sola? —preguntó Evan, con una mezcla de curiosidad y asombro.
Sky dirigió su atención hacia el televisor, asintiendo con los labios apretados.
—Mmm, sí...
Evan arqueó las cejas, una sonrisa esbozándose en su rostro.
—Maravilloso. Así todo es más fácil.
El ceño fruncido de Sky fue su respuesta inmediata.
—¿A qué te refieres?
Evan agitó su cabeza ligeramente, como si quisiera deshacerse de pensamientos indeseados.
—Es más fácil para ti. Recuerdo que cuando colaborabas en el guion de 'Cult', vivías con tu madre y, según los rumores, te exigía demasiado.
Los ojos de Sky se abrieron de par en par, y Evan no pudo contener una sonrisa.
—¿Pensabas que no sabía de ti antes de esto?
Ella asintió, su vergüenza evidente.
Evan soltó una carcajada y tomó un sorbo de su café.
—Te observaba trabajar hasta altas horas en el set. A menudo te quedabas dormida sobre el teclado. Me recordabas a mí mismo. Aunque, debo admitir, te guardaba algo de rencor por cómo perfilaste a Kai; me complicaste la tarea... es broma.
Sky sonrió y se reacomodó en el sofá, cruzando las piernas.
—Ese personaje tenía que ser complejo, todos los líderes de culto lo son. Pero hiciste un trabajo excepcional.
El orgullo se reflejó en el rostro de Evan al escucharla.
—Gracias. Tu dedicación fue mi inspiración para dar lo mejor de mí. No podía dar menos cuando tú entregabas tanto.
Sky, al oírlo, se percató de un detalle.
—¿Por qué llevas puestos los lentes?
Evan se tensó de repente, su mirada fija en la mesa.
—Es para... acostumbrarme...
Sky consideró que era una técnica razonable, conocía a actores que adoptaban hábitos de sus personajes para profundizar en el rol.
—Oh... ¿pero no te resulta incómodo verte así?
Evan la miró con una chispa de irritación, pero Sky estaba distraída.
—No.
Ella se encogió de hombros.
—A mí me resulta complicado escribir sobre él... todo lo que hizo, cómo lo hizo... es difícil. Y pensar que estuvo a punto de ser capturado varias veces, y aún así es conocido como uno de los mayores asesinos en serie, cuando no debería haber sido así.
Evan sonrió con cinismo.
—Tienes razón, no era ni prolífico ni inteligente, solo un tonto con suerte.
Perdidos en sus pensamientos, el sonido de la lluvia les proporcionaba una banda sonora melancólica.
Sky se sobresaltó cuando Evan apoyó su cabeza en su hombro.
—Tu casa es bonita, muy acogedora.
Ella sonrió, aunque se sentía incómoda, no le importaba.
—Sí, es pequeña pero encantadora... ¿cómo supiste dónde vivía?
Evan tragó saliva, pero mantuvo su compostura.
—Lo leí en tu expediente de trabajo hace tiempo y hoy, al pasar por aquí, quise saludarte... ¿te molestó?
Sky negó con rapidez, aún sonriendo.
—No, solo fue inesperado.
—Bien —dijo Evan, levantándose y estirándose—. Creo que me iré, ya es tarde.
Sky se puso de pie y lo acompañó hasta la puerta. Evan se detuvo un momento más en la sala antes de despedirse.
—Gracias por la visita, nos vemos mañana.
Evan le ofreció una sonrisa sin enseñar los dientes y depositó un pequeño beso en su mejilla.
—Gracias a ti por recibirme. Nos vemos, Sky.
Evan abrió la puerta y corrió hacia su auto, mientras Sky se quedaba en el umbral, observando cómo se alejaba. Al cerrar la puerta, una sonrisa se dibujó en su rostro, y sus dedos rozaron la mejilla aún cálida por el beso de Evan. La idea de una amistad con él le parecía un sueño inalcanzable.
...
Despertar enferma no estaba en los planes de Sky. Se sentía cada vez peor, con la garganta ardiendo y la cabeza palpitante. Envió un mensaje a Ryan, disculpándose por no poder asistir al trabajo. La respuesta de Ryan no se hizo esperar, dándole al menos dos días para recuperarse, lo que le arrancó una risa débil. Conocía su tendencia a volver al trabajo antes de tiempo.
Buscó sus llaves para salir a comprar medicamentos y algo de comida, pero no estaban donde las recordaba. Recordó el consejo de su madre sobre los duendes y, entre risas, colocó un vaso al revés en la mesa, pidiendo que le devolvieran las llaves. Luego, recurrió a una aplicación de delivery para hacer sus compras.
Poco después, el repartidor llegó con su pedido. Sky, sintiéndose mareada, decidió apagar su celular y acostarse.
...
El sonido de golpes en la puerta la despertó. Bajó tambaleante y abrió sin mirar, solo para ser envuelta en un abrazo preocupado.
—Sky, estaba preocupado. Me dijeron que estabas enferma, no contestabas las llamadas ni el timbre —la voz de Evan era inconfundible.
—¿Evan? —murmuró, sorprendida y confundida por su presencia.
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Mind (Evan Peters)
Mystery / ThrillerEvan es un actor reconocido que a pesar de tener papeles de psicopata, su vida era completamente normal. Sky es una escritora de guión. Ambos se conocen en la primera lectura de la nueva serie de Netflix, que relata la crueldad de el asesino en seri...