Capítulo 8

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Hinata avanzó rápidamente hacia la torre del Hokage, ignorando las miradas curiosas de los transeúntes. Sabía que su decisión podía ser considerada atrevida, pero estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para resolver el problema que había descubierto.

Al llegar a la entrada de la torre, fue detenida por un guardia.

—Hinata-sama, es descortés presentarse a un sitio sin cita previa. Debo pedirle que de media vuelta y continúe su caminar hasta su territorio...

Hinata miró al guardia con determinación, sin mostrar ningún signo de duda.

—Y lo haré, pero primero... —su voz sonaba tranquila, pero en su interior sus pensamientos eran un caos— debemos resolver este problema. Este, ¿cuál puerta es la oficina del Hokage?

El guardia pareció sorprendido por la pregunta, pero señaló hacia una puerta cercana.

—Es la segunda puerta a la derecha.

Hinata asintió, agradeciendo al guardia y continuando su camino hacia la oficina del Hokage. Sabía que tenía que actuar con rapidez y decisión.

Para explicar cómo Hinata había llegado hasta allí, es necesario retroceder un par de horas. Después de que sucediera el incidente que le reveló la grave situación en la que se encontraban, Hinata se había reunido con su sirviente personal, Ko, para discutir posibles soluciones.

—Ko —dijo Hinata con urgencia—. ¡Debo pensar!

Ko asintió, al instante comprendiendo la importancia de la situación.

—Enseguida le traigo algunos dulces y té, Hinata-sama. Esto podría ayudarle a aclarar sus pensamientos.

Gracias a la pequeña pausa y al efecto calmante de los dulces y el té, la mente de Hinata estaba más aguda que nunca. Ahora, tenía una idea clara de lo que debía hacer.

—Hmmm, sé que no puedo simplemente ignorar los hechos... pero, ¿cómo podemos prevenirlo?

Sus pensamientos giraban alrededor del equipo 7, sabiendo que los eventos más importantes siempre parecían suceder a su alrededor. Si quería evitar que algo grave ocurriera, debía estar cerca de ellos. Pero la pregunta era cómo lograrlo.

De repente, una idea le vino a la mente.

—Ko, ¿existe alguna forma de seleccionar a las personas de mi equipo?

Ko reflexionó por un momento antes de responder.

—Puede que sea posible reunirse con el Hokage y exponer su sugerencia. Él tiene la autoridad para tomar decisiones al respecto.

La solución parecía tan sencilla ahora que la tenía clara en su mente.

—Ko, nos vamos.

—¿A dónde vamos, Hinata-sama?

—A hablar con el Hokage.

Ko parecía sorprendido por la decisión repentina de Hinata.

—¿Ahora? ¿Está usted consciente de la hora? En casos como este, lo más adecuado sería solicitar una cita.

Hinata frunció el ceño, pero mantuvo su determinación.

—Sí, sé que lo correcto sería hacerlo, pero este problema es uno que necesita ser resuelto de inmediato. No podemos permitirnos esperar más.

Sin más dilación, Hinata se dirigió con determinación hacia la torre del Hokage, dispuesta a enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

A medida que se acercaba a la torre, Hinata podía sentir cómo la tensión se acumulaba en su pecho. Las miradas curiosas de los transeúntes no la afectaban, estaba completamente enfocada en su objetivo. Sabía que su decisión de presentarse sin una cita previa podría no ser bien recibida, pero estaba dispuesta a arriesgarse por el bien de su equipo.

Al llegar a la entrada de la torre, Hinata se encontró con un guardia, quien le advirtió sobre la falta de una cita. Sin dejarse intimidar, ella le explicó su urgencia y la importancia de su visita. El guardia, sorprendido por la determinación de Hinata, finalmente accedió a mostrarle el camino hacia la oficina del Hokage.

Hinata entró en la oficina y encontró al Hokage ocupado revisando documentos. Sin embargo, no permitió que eso la desanimara. Tomó una profunda inspiración y se acercó al escritorio del Hokage, llamando su atención.

—Hokage-sama, lamento interrumpir su trabajo, pero debo hablarle sobre un asunto de suma importancia.

El Hokage, sorprendido por su presencia, la observó con curiosidad.

—Hinata Hyuga, ¿qué te trae aquí sin una cita?

Hinata explicó rápidamente la situación que estaba ocurriendo y su preocupación por el bienestar de sus compañeros. Le presentó sus opiniones y propuestas, dejando claro que no podía esperar más para abordar este problema.

El Hokage la escuchó atentamente. Después de un momento de reflexión, finalmente respondió.

—Tomaré en cuenta tus sugerencias y te aseguro que haremos todo lo posible para solucionar este problema lo más rápido posible.

Hinata sabía que había tomado la decisión correcta al presentarse sin una cita previa. Ahora, solo quedaba esperar que las acciones del Hokage fueran eficaces para resolver la situación.

Con la cabeza en alto, Hinata se despidió del Hokage y salió de la oficina. 

Las Crónicas de Hinata HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora