Kitsune Raiden VOLUMEN 2

Capítulo 19

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Cuando salí de la casa mi teléfono empezó a vibrar, supuse que era una llamada así que me detuve en lo alto del tabernáculo para contestar... Se trataba del señor Fuji.

— ¿si?

Fuji: Rai, ¿cómo está todo por allá?

— Me gustaría decirle que las cosas van bien, pero se están complicando más de lo que pensé.

Fuji: lo sé, tuve una pesadilla hace un momento, son la 1:00 AM.

— Aquí medio día, ¿Que haremos cuando eclipse lunar?

Fuji: bueno, por estar en diferentes lugares ustedes lo verán esta noche y nosotros hasta mañana, por eso es necesario que esta noche el escuadrón entre al mundo espiritual para cerrar la brecha, así, si todo sale bien podrán salir mañana cuando el eclipse se vea en Kioto. No habrá que preocuparse por eso.

— ¿Tanto tardarán?

Fuji: no creas que es una brecha pequeña, son hectáreas, es como una fractura de 15 metros o más

— Comprendo, ¿Pero que pasaría si no logro detener a Ángela?

Fuji: ¿Angela?

— Si, hmm es la mujer de la máscara negra.

Fuji: en ese caso, si dejas que abra el portal, la ciudad de Utah será invadida por demonios y lo que sea esa cosa que quiere salir desesperadamente. Será el fin... Así que todo depende de ti.

— No me diga eso maestro Fuji, hace que me ponga aún más nerviosa. —respondió con una gota de sudor—

Fuji: no dejes que las emociones te distraigan del trabajo de un guardián Kitsune, además yo confío en tí, sé que puedes hacer esto. Rai eres increíble.

Cada vez que el maestro Fuji me alentaba, sentía un nudo en la garganta.

— Realmente necesitaba escuchar esto. —sonrió suavemente— voy a dar lo mejor de mí, además no estoy sola.

Fuji: lo sé, todos te estaremos apoyando desde el templo y haremos lo posible por cerrar la brecha cuánto antes. Cuídate mucho.

— Lo haré, usted también.

—Colgar—

Ahora sí, creo que puedo hacer esto.

[• • •]

Por otro lado...

Michael: malditas llaves, no hay manera de que salgan del bolsillo. —dijo estresado intentando tomar las llaves—

Esas llaves estaban sujetas al cinturón de Henry en una de las fundas y era complicado tomarlas sin poder verlas y con las manos en la espalda.

Henry: se atoraron, estoy seguro, Tira con fuerza Mike.

Michael: eso intento, pero es difícil.

Rechinó los dientes y siguió tratando, pero en ese momento la puerta se abrió y decidieron quedarse quietos para no delatarse.

Ángela: ya despertaron, me alegro. —Sonrió— pero no podrán salir hasta esta noche, la luna de sangre estará en su punto y ustedes serán las primeras almas que mi señor tome.

Michael: ¿Tu señor? —levantó una ceja— ¿Es Satanás o que? —respondió con sarcasmo—

Ángela: pensaba tomar sus almas para la creación de esto.