Capítulo 34

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—¿Cómo está?—preguntó Karin cuando observo salir de la habitación a una pelinegra con semblante un poco decaído. No era una buena señal para la pelirroja, así que supuso que tal como ellas lo habían previsto, había ocurrido.

La negación de la contraria confirmo sus sospechas, haciendo que Karin acompañara en el semblante decaído a su amiga.

—No se le puede llamar éxito—comentó Kikyo—,pero al menos ya Naraku no podrá volver a torturarlo—levantó su mentón lentamente recordando—.Ni él ni su familia—la seguridad con la que espetó sus palabras hicieron estremecer a Karin.

—¿Y qué sigue?—interrogó la pelirroja, haciendo que Kikyo se detuviera a mirarla a los ojos, los cuales eran del mismo color de su cabello. Cuando pensó en responder la pelirroja abrió los ojos de repente, haciendo que la mencionada se quedara con la palabra en la boca—.Creo que... se acercan ninjas a este lugar.

Por su parte, Neji se encontraba en la habitación, luego de pedirle a Kikyo que lo dejase solo y ella había aceptado no muy convencida, debido a que no quería desprenderse ni un momento de su lado. Pero siendo conocedora de la situación de él, había decidido no incomodarlo con su presencia.

Ambos habían decidido luchar juntos, como una vez Neji le hizo saber cuando recién le declaraba sus sentimientos. Pero sin su vista Neji escasamente podría ayudar en algo. Fue consciente de eso, antes de decidir deshacerse del sello. Ahora lo único que quedaba era cumplir con el deseo que su prima Hinata había expresado antes de morir. Sin demasiada seguridad de que aquello le devuelva la vista, era lo último que se podía intentar.

No podía evitar preguntarse qué diría su tío Hiashi respecto a las palabras de su hija y cuál sería su reacción cuando se enterase se su reciente fallecimiento, su ocultado embarazo y todo el cambio que había ocurrido en su sobrino.

Neji creyó que por no haber protegido a Hinata moriría a manos de su tío probablemente. Aunque al ya no poseer el sello de ave enjaulada sabía que una oportunidad tenía de librarse de aquello. Sin embargo, nada de eso habría válido la pena si quedaba ciego de por vida. Debía intentarlo. Quizás los ojos de Hinata, le harían volver a admirar la luz del día.

En el exterior de la guarida de Orochimaru se acercaron varios ninjas algunos fueron reconocidos por Karin según sus chakras. El más notorio para ella fue el del rubio portador de su mismo apellido, el héroe de la cuarta guerra ninja. También lo acompañaban otros ninjas que Karin en algún momento vio pero no recordaba sus nombres.

Cuando hicieron parada en el lugar, ya los ninjas los esperaban un poco inquietos por su aparición inesperada.

—Uzumaki Naruto—saludó Orochimaru—,ya imaginaba que Konoha enviaría a investigar sobre los recientes acontecimientos del mundo ninja.

Naruto dirigió su vista hacia los presentes, sorprendiéndose de ver a Sasuke y a una joven que no recordaba de estar con Orochimaru.

—Sasuke...—bramó Sakura al lado de Naruto al ver al Uchiha. Después de la última vez que estuvo en Konoha para hablar con Neji, no lo habían vuelto a ver ni sabían de su paradero. Después repasó en la chica con arco a su lado, la cual le resultó demasiado conocida. Y cuando sus miradas cruzaron la pelirosa recordó de quién se trataba. Llevándose una sorpresa mayor—¿¡Kikyo!?

Lee que se encontraba a un lado de Naruto también se sorprendió de volver a ver a Kikyo.

—Me sorprende que recuerdes mi nombre—respondió con tranquilidad una Kikyo más preocupada por la reacción de dichas personas al saber sobre Hinata que su identidad sea descubierta.

—En realidad... nos informaron que aquí estaba la sacerdotisa que reemplazó a Shion-ttebayo—respondió Naruto retomando su inicial conversación con Orochimaru.

✔️Cadenas de Herencia |Neji y KikyōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora