¿Porque tienes que ser tú?

Capitulo 1

Caminaba sin un rumbo fijo, necesitaba un lugar tranquilo para pensar y relajarme.

No era que no me lo esperaba después de todo siempre supe que Marinette siempre estaba enamorada de Adrien.
Lo acepté y muchas veces la ayudé y consolé. La aconsejé después de todo quería que ella fuera feliz.

Y lo era ahora era feliz con Adrien.

Sabía que tarde o temprano pasaría,creí que estaba listo para cuando esté momento llegara, pero no fue así.

Mi pecho me dolía ,me sentía devastado. Sin embargo en aquel momento fingí la mejor de mis sonrisas y los felicité por al fin hacerse novios. Todos los que estuvieron presentes allí se alegraron por ellos. No podía ser menos.

Suspiré , dolía pero debía continuar.

Comencé a lanzar unas cuantas piedras al Zena intentado ya no pensar en nada.

Quería calma.
Tranquilidad.
Pero al parecer el mundo me odiaba porque nunca me daba lo que pedía.

Una silueta femenina caminaba a paso firme, maldecía como marinero en cantina y lo siguiente que sentí fue una pequeña piedra impactar en mi nuca.

Volteé molesto.
Y esa fue la primera vez que la ví el día que mi vida se condenó.

— Ten más cuidado –dije con firmeza.

—No te metas intento de rockero mal vestido –respondió ella con superioridad.

—Me acabas de lanzar una piedra –respondí con obviedad.

—La piedra iba dirigida al Sena –refutó ella.

—Pero me golpeó a mí.

—Ese no es mí problema –dijo ella haciendo un ademán con su mano –no es mi culpa que estuvieras parado ahí.

—No es mi problema que no sepas lanzar –dije con burla.

—No es mi culpa que tú te interpongas en el camino de "Mi" piedra –dijo ella meneando su coleta.

Suspiré.

Cuenta Luka . Respira. No pierdas los estribos.
No eres la clase de chico que golpearía a una chica.

—Solo se más cuidadosa la próxima vez –dije más sereno.

—Ni tu ni nadie me dice que debo o que no hacer.

Se dió media vuelta su coleta chocó en mi cara de no ser porque tenía la boca cerrada me hubiera tragado cabello.

Que chica más irritante -pensé.

La ví alejarse mientras contoneaba su cadera, con pasos seguros como si fuera la reina de el mundo.

(*)

Otra tarde donde Ladybug y Chat noir luchaban contra un villano para mantener seguras la calles de París.

Iba camino a casa cuando noté que la batalla estaba demasiado cerca.
No fui capaz de reaccionar cuando siento un empujón que me lanzó metros más atrás y una gran parte de la torre Eiffel en dónde me encontraba segundos antes.

Suspiré con alivio y mire a la persona que me había salvado la vida.

—Gracias –dije sincero a aquella chica.

Su traje era amarillo y negro semejante a una abeja. A pesar de usar un antifaz sus ojos azul cielo resaltaban por el contraste de su máscara. Sus labios rosas y su cabello dorado brillaban demasiado a la luz de el sol.

—Mantén los ojos dónde deben estar –dijo ella para luego alejarse.

Caminaba con elegancia pasos seguros y firme como si fuese una rei.....
¡Oh mierda!

No podía ser la chica irritante de el otro día ¿O si?