Bajo más que rápido del auto e ingreso a la sala en donde se encuentra una secretaria tranquilamente trabajando en su escritorio, me acerco a ella.
—Hola, se supone que tengo una cita con la doctora Susana ahora a las once— digo mirando a la mujer sentada frente a mí.
—Su nombre por favor— la mujer seguía tecleando en su computadora sin siquiera mirarme.
—Deimon Ruth—
—Según los registros su cita es a las once treinta, vaya a la sala de espera y cuando sea su turno le aviso, ¿le parece?— levanta la cabeza para verme, asiento en forma de respuesta.
Genial, me apuré pensando que llegaba tarde y resulta que la cita es en treinta minutos. Me siento en una de las sillas de metal de la famosa sala de espera.
Debo admitir que para ser psicóloga tiene una sala de espera muy deprimente, las paredes blancas con una gruesa línea en medio color gris, las ventanas con persianas cerradas sin entrarle un solo rayo de luz exterior, muy triste la verdad; me acomodo mejor en la silla y cierro los ojos.
Estoy caminando, todo esta en silencio, hace frío y está oscuro. El piso, es como si no estuviera, como si fuera invisible, pero pudiera caminar igual.
—Hola, ¿hay alguien?— miro para todos lados.
¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué hace mucho frío? ¿Y por qué está oscuro?
Vuelvo a observar a mi alrededor y logro percibir la silueta de una niña arrodillada, me acerco, está de espaldas a mí.
—Hola, ¿podrías decirme qué es este lugar y por qué estoy aquí?— la chica me ignora pero la oigo susurrar algo— Oye, ¿te encuentras bien?— apoyo mi mano en su hombro, ella se gira hacia mí, se levanta, me toma por los hombros y empieza a susurrarme.
—Corre Deimon— solo la miro asustada por su reacción.
—¿Qué?— pregunto sin entender a qué se refiere.
—¡CORRE DEIMON!— grita.
Me despierto de golpe, miro para todos lados asustada e intentando de recuperar el aire. La voz de una mujer llamándome hace que vuelva a observar a mi alrededor haciendo que me detenga en la secretaria parada frente a mí, la cual tiene su mano apoyada en mi hombro.
—¿Te encuentras bien querida?— pregunta preocupada por mi reacción.
—Sí, sí estoy bien, solo... solo me quedé dormida es todo, no se preocupe, amm supongo que es mi turno, digo por algo vendrá a despertarme—
—Sí, de hecho la llamé tres veces y como vi que no reaccionaba me preocupé, ¿segura qué te encuentras bien?— camina junto a mí hacia la puerta del consultorio.
—Sí, en serio no se preocupe por mí— entro al consultorio.
—Buenos días señorita Ruth, por favor tome asiento— dice la psicóloga sin levantar su vista de la libreta frente a ella.
Tomo asiento en la silla que está frente a su escritorio.
—Bueno, dime, ¿cómo has avanzado con los ataques de pánico?—
—La verdad ya hace un mes que dejé de tener ataques—
—Supongo que de todos modos sigues con la medicación—
—Que no haya tenido ataques en un mes no es excusa— me cruzo de brazos.
—Veo que has entendido esto mejor que cualquier otro adolescente, la mayoría suele dejar sus medicamentos aún sabiendo que es por su bien— sonríe, solo me limito a devolverle el gesto forzado.
Si supiera.
—¿Hay algo más que quieras decirme o preguntarme?— entrelaza sus dedos sobre el escritorio.
—¿Qué significan exactamente los sueños?—
—Pues, técnicamente son señales aleatorias inconscientes que interpretan el cerebro y cuerpo, las cuales, suelen incluir miedos, esperanzas, deseos o anhelos que pueden ser manifestados o no, sirven como psicoterapia. Pero, ¿por qué me preguntas esto?—
—Es solo curiosidad, siempre me pregunté por qué se sueña y si tienen un propósito exacto, por eso le pregunto— permanezco mi compostura para que no me haga más preguntas.
Luego de una hora de estar hablando la psicóloga sonríe, cierra su libreta, se levanta y camina hacia la puerta del consultorio, se da la vuelta antes de abrir la puerta
—Creo que terminamos, al no ser que tengas más preguntas—
—No, eso es todo— sonrío y me levanto de la silla— Nos vemos en la próxima consulta— digo para salir del consultorio e ir a casa.
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Deimon
FantasyUna simple chica diagnosticada con ataques de pánico. Una madre adoptiva con serios problemas de alcoholismo. Su vida cambia cuando deja su medicamento durante todo un mes, ocasionando la visita de una extraña niña, una desgracia y un peligro descon...