Viviendo la máxima categoría

Sinopsis

Fórmula 1, la máxima categoría de automovilismo se ha convertido en un gran show en el que ellos están más que inmersos.

Ander siempre quiso ser piloto de Fórmula 1.

Eleanor no tiene la vida muy clara, pero sabe que ama componer e ir con Ander a donde quiera que lo lleve su carrera.

El show siempre debe continuar.

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-Creo que tus carreras me hacen vieja de la preocupación, pero amo estar aqui contigo.- le digo sonriendo, el igualmente suelta una risita y viene a mi para abrazarme acomodándose entre mis piernas para lograrlo, ya que estoy sentada sobre su camilla de masajes.

-Lo siento cariño, pero te dije que siempre voy a volver a ti... no creerías que te vas a librar de mi fácilmente ¿o si? - para este punto acomode mi cabeza en su hombro, así que solo niego.

-Venga, será mejor que salgamos ya, así regresas con tu novia que dijo que quería tomarse una foto contigo y yo regreso a cazar algún millonario guapo que se me ponga enfrente en el paddock.- hablo separándome y bajando de la camilla de un salto.
El me observa y luego asiente, tomando mi mano para salir de ahí.

-Quédate mejor en el box.- me dice y suelto una carcajada.

-No lo creo hermoso caballero, no puedo privar de este manjar a toda esa gente allá afuera, sabes que hacer amigos me resulta muuuuy fácil.- pronunció haciendo énfasis, salimos del box tras recorrer los pasillitos.

-Diviértete Lena, te veo cuando gane ¿si?- dice lo mismo que cada carrera. Sonrío y paso mis manos por su cintura, el hombre me regresa el abrazo cariñosamente. Al separarme tomo su rostro, para que baje un poco y le doy un sonoro beso en la mejilla.

-Te quiero, no te hagas daño, ve y destrozalos bebé.- me despido, tras soltarnos de ese abrazo yo me doy la vuelta y comienzo a caminar.

-¡También te quiero!- lo escucho y sonrío, pero ya no volteo, solo hago una seña como de amor y paz levantando el brazo para que el la vea.

Esa, amigos, es mi relación con mi mejor amigo de toda la vida, bueno, de toda mi vida porque es ligeramente más grande que yo, tengo 22, pero nuestras madres son muy amigas, de las que se dicen comadres, Alejandra es una tía para mi y mi madre igual para Sara, Amelia y Ander. Así que ellos me han visto desde que usaba pañales y mameluco.

El siempre ha sido muy lindo conmigo... okay no, obviamente pasaba de mi cuando era bebé, aunque si tenemos miles de fotos de nosotros en nuestra línea de vida. Supongo que lo obligaban a cargarme, o eso dice el, porque yo creo que esperaba a que no lo vieran para hacerlo.

En fin, es un amor de persona y hemos estado juntos siempre, he sido el hombro en el que ha llorado y sufrido, dejando rastros de mocos, pero también a la primera que abraza al salir de una competencia de lo que sea. Igualmente he llorado en su hombro y gritado y bailado feliz con el, es que han sido muchas aventuras como para poder contarlo.

¿Qué si no hago nada? Bueno si, soy cantante y compositora, o sea no, no lo soy, me refiero a que canto bien y quisiera alcanzar la fama que Dua Lipa y Ariana Grande se cargan, pero no ha sido mi momento... no lo sé, así que cómodamente me dedico a escribir canciones y a viajar con el gran  Ander Arbues a donde vaya.