único;;

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¿Cuándo es el momento indicado para decir que no a una propuesta?

Lim JaeBeom no sabía mucho del amor, de hecho, era un tanto estúpido en el tema, pero sabía perfectamente las cosas que merecía, el tipo de persona que le gustaba y como creía que debía ser una relación, como debían tratarse el uno al otro, sabía muchas cosas, pero era inexperto en muchas de ellas.

Quería alguien que le brindará seguridad, acciones de amor, un lugar seguro donde estar, algo muy suyo, sin pasar la línea, cada uno tener su libertad, y no sentirse restringido en la misma, tenerse la confianza para no armar una escena de celos, crear un ambiente seguro, incluso ser empalagosos si el momento lo ameritaba, pero sobre todo la honestidad que brindabas en esta.

Estaban todas esas cosas que quería y luego estaba Kunpimook Bhuwakul.

JaeBeom nunca entendió ese ser libre y desequilibrado que se le declaró hace un par de meses de forma sería.

Para ser sinceros, JaeBeom era quizá la décima vez que escuchó una confesión de su parte, nueve de ellas siempre jugaba con su mente, y está décima pareció ser lo más sincero que vio en su vida.

Kunpimook, o mejor conocido como BamBam, no era un chico serio, de hecho, era muy volátil, inestable, que podría decirte que te quería y confesar su amor por ti y al siguiente día estar de la mano de alguien más, diciéndote que estaba enamorado de alguien más, así, masomenos fueron esas nueve veces.

JaeBeom, aún siendo un par de años mayor, siempre caía en sus palabras, quizá porque Kunpimook era muy bueno en ello, podía convencerte de cualquier cosa, hacerte creer que eras la única persona para él y después hacerte a un lado como si nada.

Y aún así, JaeBeom fue paciente y cuando los sentimientos de BamBam parecían tener una dirección, todo pareció arruinarse.

-Tengo mucho frío -fue su saludo despreocupado- ¿Por qué me citaste aquí Beommie?

JaeBeom tartamudeo un poco, solo logrando encogerse de hombros.

-Debemos hablar.

-Eso lo sé -acordó-, sé que me perdí un par de meses y siento que te molestaste por ello, quiero creer, no me quiero dar tanta relevancia.

BamBam apretó sus labios, mirando con cuidado las facciones de JaeBeom, esperando no arruinar nada.

-¿Puedo preguntar algo?

-Dispara -sonrió, esperaba poder calmar el extraño ambiente que se estaba formando.

-¿Quién de los dos crees que tiene interés en esto? -el menor parpadeó un par de veces, y miró esos ojos castaños y pequeños, que no lucían para nada felices.

Kunpimook respiró un poco, no esperaba que JaeBeom fuese directo al grano, removió ese cabello rojizo suyo y apartó la vista.

-¿Por qué la pregunta?, ya te he dicho, solo me desaparecí, no me sentía bien -excusó-, yo... no quería liarte con mis problemas ¿entiendes?

-¿Y por qué nunca me dijiste eso? -reprimió-, Bam... estuve esperando mucho tiempo para saber de ti, y cuando decides aparecer me haces sentir como un idiota.

-No lo eres.

-Claro que no lo soy.

JaeBeom no sabía que decir en ese momento, porque sentía que aún estaban jugando, y que el nunca fue notificado.

No eran extraños, se conocían desde hacía un par de años, pero aún así Kunpimook decía no conocer a JaeBeom, cuando el siempre se mostró tal y como era ante él, por ello, cuando BamBam decidió declararse terminaron acordando que se darían un tiempo para conocerse de forma romántica y honesta, con la esperanza de saber si podría convertirse en algo más, pero parecía que aceptar sus sentimientos se trataba de otro juego del menor, y eso, lo frustraba mucho.

te quiero;; bbamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora