Capítulo 23. Cosas inesperadas.

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Soy feliz, hoy puedo decirlo abiertamente, siento que cada parte de mí, de mi cuerpo anhelaba sentirse así. COMPLETO.

Desde que conocí a Daira comprendí que la vida te da lo que mereces. Soy una buena persona, por esa misma razón, me dio la dicha de tener como esposa a una buena mujer. Cuando fui a casa de mi suegra, me enseño un sinfín de fotografías de Daira, su mirada no ha cambiado, sigue siendo hermosa. Su rostro redondo, sus ojos tan expresivos y con un color tan intenso, no puedo decir que son negros, diré que son de color marrón oscuro, su nariz pequeña y redonda, sus orejas son pequeñas al igual que su boca, donde el protagonista es su labio inferior más carnoso que el superior. Su sonrisa ilumina toda la oscuridad del mundo.

Si, admitiré que soy esclavo de su reino, soy su súbdito. Ella es la reina que gobierna en mi corazón. La única.

En mis ojos siempre estará ella.

—¿En qué piensas? —preguntó ella.

—En ti —respondí.

—¿Tan enamorado estas de mí?

—Desde el primer día.

—Oye, harás que me lo crea.

—Deberías hacerlo. Créelo Daira Turner, estoy incontrolablemente enamorado de ti y de tu mundo.

—Ahora comprendo lo que alguna vez escuche, hay almas que se pertenecen. Julien, te amo como nunca había amado.

—Y yo a ti, te amo como nunca volveré a amar.

Nuestros labios se unieron en un cálido beso, mis manos sujetaron su rostro y sus manos acariciaban el mío. Éramos uno mismo.

—Ey, ey chicos, no se les olvide que existimos —escuchamos la voz de Ainara.

Todos empezaron a reír.

—Lo siento, creo que me emocioné un poco —dijo Daira tapándose el rostro con sus manos. Moría de vergüenza.

Juldai dormía sobre sus piernas.

—Ya falta menos para que salga tu libro, no puedo creerlo —volvió a hablar Ainara, quien se levantaba para dirigirse hacia a ella. La abrazo por detrás.

—¿Iras? —preguntó Daira volteando su rostro hacia ella.

—Por supuesto, ¿cómo podría faltar en un día tan importante para mi mejor amiga? Ahí estaré.

Daira sonrió con todo su cuerpo.

—Cuenta con todos nosotros —dijo Orson, mientras le daba un sorbo a su bebida.

—Daira, tengo una pregunta para ti —ahora quien hablaba era la pequeña Mara.

Daira se acomodó en el asiento y preguntó:

—¿Para que soy buena?

—Hace unos días vi la película que nos recomendaste a Paul y a mí, tu favorita: "Bajo la misma estrella", investigué un poco más y resulta que es una adaptación cinematográfica del libro, mi pregunta es: ¿en tus planes esta, adaptar alguna de tus obras literarias en una película?

Sus ojos se iluminaron después de escuchar la pregunta. Trago saliva y sonrió.

—No hablaré por todos los autores que crean arte literario, hablaré por mi... Me encantaría tener una oportunidad de esa magnitud, sería un sueño hecho realidad. Sería un gran logro.

—¿Se imaginan una película de alguno de sus libros? La vería una y otra vez —dijo Mara.

—Ojalá sea Índigo —Paul hizo un baile de emoción.

Al otro lado de la LunaWhere stories live. Discover now