«Nuestro» Pasado

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Kazuki conoció a un sin fin de personas en su vida, desde los cuidadores del orfanato hasta los pandilleros de la calle. Desde alumnos responsables hasta la peor escoria de la sociedad. No era para menos que reconociera que el más extraño era Rei.

Lo recordaba muy bien.

En pocas palabras, Kyutaro lo envió a buscar al hijo del jefe y se encontró con un hombre muerto en vida que apenas podía ser considerado un humano. Se le fue dada muy poca información al respecto: un heredero que se negaba a volver incluso si era un desastre viviendo solo.

Llegó a pensar que era tan solo un niño rico haciendo una especie de berrinche. Al menos hasta que se atrevió a poner pie en el departamento que, pese a ser de primera clase, estaba hecho un basurero.

Decidió conceder el beneficio de la duda.

¿Hasta qué punto tuvo razón? Era difícil de decir. Este sujeto con el que se vio envuelto era el ser más extraño sobre la faz de la tierra. Si no estaban en una misión, ese hombre se quedaría haciendo una de tres cosas.

Jugar como un viciado.

Dormir.

Ver a la nada en absoluto silencio.

Era aterrador. Si no le llamaba a comer o le decía que debía bañarse estaba casi seguro de que no lo haría y simplemente se echaría a morir.

Ni siquiera en las misiones parecía obtener alguna reacción suya.

Sin embargo, en retrospectiva y después de haber escuchado que "No estuvo tan mal", Kazuki se alegraba de no haber desistido de tratar con Rei.

Incluso si al inicio solo era parte de su trabajo.

[. . .]

Rei no era ninguna clase de creyente. Si había, o no, algo más allá no le importaba lo suficiente como para tenerlo en cuenta.

Aun así, a veces no sabía cómo sentirse respecto a su "suerte" y el "destino" en su vida. ¿Tenía derecho a pensar en ello?

No le importaban cuestiones como «¿Me lo merezco?» Él sabía muy bien que no se lo merecía.

Si alguien merecía felicidad era Miri y si él era parte de esa felicidad, que así sea.

Aun así... ¿Qué clase de capricho del destino era que él formara parte de la felicidad de alguien? Siempre creyó que no significaría nada para nadie, así como nadie significaría algo para él.

Era un poco confuso.

Pero le gustaba.

[. . .]

—Miri, ven aquí.

Kazuki la llamó después de la merienda, con palmadas en el sofá para que se sentara.

Rei estaba sentado a su lado y Kazuki se arrodilló para quedar frente a Miri.

—¿Sabes? ¡En unos meses podrás ir al preescolar! ¿No te parece emocionante?

—¡Sí! La maestra Anna nos habló de eso —sonrió radiante—. Kotori y Hinata se preguntaban si estaríamos juntas otra vez, ¿crees que sí?

Kazuki miró a Rei con una expresión complicada.

—No, Miri.

—Oh... —se desanimó.

—Miri, Rei y yo pensamos que sería bueno ir juntos a vivir a otro lugar.

Relación Fingida [ReiKazu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora