Tercero:

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Ok

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Ok... Aquí se encontraba... Llevaba una camisa blanca y una chaqueta manchada, sus pantalones apretaban bien sus muslos y resaltaban su parte trasera.

Había dejado su moto en el estacionamiento de la empresa y se dedico a observar el edificio por fuera.

—Mierda es grande —grito. Las cuantas personas que pasaban por ahí lo observaron con rareza— Que ven, sapos.

Una señora ofendida le tiro su café, por suerte no le había caído en su camisa si no no iría presentable. Un Kim nunca debe ir en fachadas.

—Vamos a ver qué tal es el trabajo de noona —sonrió en grande y entró por las puertas que se abrían automáticamente.

Se sorprendió aún más por ver a gente caminar de un lado a otro con papeles en las manos. Bueno de seguro era a eso a lo que se dedicaban.

—Buenos días señorita —saludo cuando se acerco a la recepcionista y mascaba disimuladamente un chicle.

—Desea algo —no lo miro. Pero que falta de respeto. Pensó.

—Sabe si el señor Lee está aquí —trato de recordar el nombre del jefe de su hermana. Pero le fue imposible.

—Quién lo busca —ahora si lo miro— Tiene una c-

Seungmin no quería perder el tiempo así que la interrumpió con impaciencia.

—Solo dígame si está aquí, vengo de reemplazo —comento irritado.

—Pero que grosero —susurro.

—Mi tiempo es oro, señorita —no se contuvo y explotó el chicle en su cara— Busca en la lista "Kim Seungmin"

La chica apretó sus puños molesta por la actitud de aquel jovencito irrespetuoso y mal educado. Hizo lo que le pidió y enseguida encontró su nombre.

—Sí aquí está —sonrio forzadamente aún cuando la actitud de Seungmin le caía mal.

—Bien ya que lo hallaste, permiso —también le sonrió— Ah y por cierto límpiate la cara al parecer se te pegó chicle.

Se fue rápido antes de que la chica no se contuviera y terminará insultándole. Amaba ser así con los demás, hacerles perder la paciencia. Pero vamos la chica también le estaba haciendo perder el tiempo y como dijo "su tiempo es oro"

Llegó al ascensor y aplastó el número de piso que si bien recordaba lo que le había dicho su hermana era el 10.

—Es hora de probar suerte Seungmin —se miró en el reflejo del ascensor y sacudió su chaqueta. 𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘵𝘢𝘯 𝘨𝘶𝘢𝘱𝘰.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron se sorprendió aún más porque el lugar era espacioso y parecía que la tecnología ahí era muy avanzada ¿acaso esto era un laboratorio de ciencia ficción?, O ...

Mayor que usted -𝗞𝗻𝗼𝘄𝗺𝗶𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora