LO QUE LE FALTA AL REY (Arturo x Encantador)

CAJITA MEDIEVAL FELIZ

Arturo estuvo listo para montar solo después de una semana, estaba feliz en especial porque Encantador no lo había molestado, pero se sentía incómodo con eso

Arturo volteo a verlo mientras estaba distraído, entendió que cuando Encantador decía que era era el más apuesto de todo el reino no mentía, su cabello rubio lucía como finos hilos de oro bajo la luz del sol y sus ojos azules parecían contener un pedazo de cielo en ellos

Encantador era el hombre más guapo que había visto en su vida, incluso era más hermoso que algunas chicas, ese pensamiento lo asustó, especialmente porque de pronto Encantador lo miraba

- ¿Qué pasa? -

- Solo pensaba en como podría pagarte - Dijo Arturo abruptamente sintiéndose avergonzado - Aún no me has dicho que es lo que quieres -

- Llévame a "La fonda del Renacimiento" - Dijo calmadamente - Quiero comer afuera -

- ¿Solo eso? -

- Podrías llevarme a comer fuera diario, después de las lecciones, sería como cuando era niño y mi mami.....

Encantador se detuvo en seco al notar que había hablado de más, Arturo se sintió decepcionado al ver cómo la emoción de Encantador se detenía de golpe

- Saldremos en cuanto tengas un caballo - Afirmó Arturo para cortar el silencio incómodo - Me servirá de lección -

Encantador no dijo nada, después de unos minutos llegó con un caballo blanco de aspecto imponente, monto silenciosamente y dirigió el camino con gracia, sin acelerar el paso, al verlo a caballo, Arturo pensó que realmente parecía un príncipe heróico

Cuando llegaron a la fonda del Renacimiento, dejaron los caballos afuera, Arturo pago al valet y entraron juntos, de pronto lo golpeó la realidad, apenas entro, todos se quedaron en silencio y miraron a Encantador cómo si quisieran matarlo con los ojos, él por su parte avanzo soberbiamente cómo siempre, de pronto una bruja se plantó ante él

- ¿Qué es lo que quieres aquí?, Deberías estar muerto -

- Solo vine a comer, Baba ¿Acaso no puedo? - Contesto con una voz que sonaba realmente dulce - Solo quiero ver como es que todos decidieron vivir felices con la segunda opción -

Baba busco en su ropa y levanto el brazo dispuesta a atacar a Encantador, entonces Arturo se paró en medio de ellos

- Yo lo traje -

- ¿Majestad?, Disculpe, bienvenido a la fonda del Renacimiento -

Arturo suspiro aliviado, por un momento sintió que matarían a Encantador frente a sus ojos, después de que Baba se aparto del camino se sentaron en una mesa vacía, al menos Arturo lo hizo mientras Encantador ponía su pañuelo sobre el banco para sentarse

- ¿Pero que estabas pensando? - Grito Arturo mientras golpeaba la mesa molesto - ¿Porque la provocaste? -

- Yo no la provoque - Dijo descaradamente mientras se miraba las uñas - Además ella me molestó primero, iré a ordenar, ¿Quieres algo? -

- Lo mismo que pidas tú - Respondió mientras le entregaba unas monedas - Nunca había comido aquí, así que no se que venden -

Arturo se quedó solo, reflexionando en como podría mantener a Encantador a salvó si salía constantemente del castillo y todos exepto él, lo querían matar

- Pero miren nada más a quien tenemos aquí - Arturo volteo aterrorizado, ahí estaba Lancelot, algunos de sus amigos y su amada Guinevere - Pensé que ya nunca te volveríamos a ver después de que el ogro te llevara, dinos Arty, ¿Ya eres rey? -

Entonces soltaron una sonora carcajada, Arturo se sentía incómodo, especialmente porque había personas que lo miraban

- Basta Lancelot - Hablo Arturo en un tono autoritario mientras se ponía de pie -No voy a permitir que me hables así de nuevo nunca -

- El perdedor se volvió valiente, aunque veo que la distancia te sentó bien, te ves mucho más alto - Entonces Lancelot sostuvo a Arturo por el cuello de la camisa - Unos días lejos y ya olvidaste cuando tenías la cabeza metida en las letrinas o cuando eras blanco en las justas -

Encantador había comprado dos cajitas medievales felices, cuando volvía a su mesa noto que Arturo no estaba solo, por lo que se sentó en otra mesa y empezo a comer, lo que le pasara a Arturo no era su problema, especialmente porque se negaba a usar la corona mientras estaba fuera

Pero el diálogo de Lancelot era realmente cruel y los otros niños se burlaban sonoramente, recordándole sus días en el teatro

- ¿En serio creíste que podrías ser rey? Por favor, mírate Arturo -

- Osea, en serio en buena onda, ¿Realmente crees que un ogro va a ser el encargado de buscar al rey? - Agrego Guinevere - Ubícate -

- Ustedes son los que no entienden - Replicó Arturo molesto, entonces se soltó del agarre de Lancelot - Ya déjenme en paz, ya no estamos en la escuela -

- Eso no hace mucha diferencia, aquí también estás solo, ¿Que se siente que ni tú propio padre te quiera, Arty? -

Arturo le lanzó un golpe a Lancelot, que no lo alcanzó, por desgracia, el golpe de Lancelot le dió de lleno en la cara, Arturo cayó al suelo

- ¿Quieres pelear, no?, Levántate -

Arturo estaba en blanco no sabía que hacer en esa situación en un lugar público cuando se suponía que era el rey, deseaba de todo corazón que alguien lo ayudará, pero no tenía a quien recurrir

- ¿Te puedes parar? - Le dijo Encantador mientras le sostenía la nariz sangrante con un pañuelo que olía a él - No te quedes aquí tirado -

- ¿Y tu quien eres?, Alguna especie de persona religiosa? -

- Soy instructor de su majestad - Contesto apretando los dientes, al usar el título contra su voluntad - Guardias -

Encantador grito al ver un par de caballeros pasar afuera, cuando entraron y vieron a Arturo lleno de sangre, levantaron a Encantador de golpe

- A mí no, idiotas, a él - Señaló molesto a Lancelot - Ese niño golpeó al rey, la guillotina es el castigo a quienes intentan matar al rey -

Lancelot y sus amigos entraron en pánico, mientras el resto de los presentes miraban escépticos a Encantador por sugerir un castigo extremo por algo que el habia hecho dos veces sin pago alguno

- Llevemos a las mazmorras -

Dijo Arturo, penosamente después salió de la fonda del Renacimiento