Inexorable [PAUSADA, borrador]

CAPÍTULO 22

Me había quedado sola tras la cena. Claire había estado bebiendo y hablando un buen rato conmigo hasta que Luke la había invitado a bailar junto a la demás gente que llenaba el salón, y Owen había hecho lo mismo que Luke pero con su mujer, mientras que Connor y Kailani estaban hablando con el hombre de antes. Así que mi copa de vino blanco y yo nos habíamos quedado a solas, y después de varias horas, al quedarme sola, no había podido resistirme a hablarle a mi madre para saber cómo estaba Hilary.

Mamá: ¡Está genial! No tienes de que preocuparte.

April: ¿Ha cenado? ¿De verdad que todo está bien? Puedo ir a casa ya.

Mamá: Ya ha cenado. Y está todo bien, estamos viendo

una película, pero está a punto de quedarse dormida.

Ni se te ocurra venir ya, disfruta de la noche.

April: Siento ser tan insistente.

Mamá: No pasa nada, cariño. Entiendo tu pequeña preocupación,

pero Hilary está en buenas manos con su abuela.

¿Cómo está yendo tu noche?

April: De maravilla. Se está recaudando mucho dinero.

Mamá: Eso es genial. ¿Y con tu jefe?

April: Ahora mismo estoy sola con mi copa de vino, él está negociando algo importante para la causa y los demás están bailando.

Mamá: Ve a bailar, ¡disfruta!

April: Lo haré, si consigo una pareja de baile.

—¿Esa copa de vino es tu nueva acompañante?

La voz baja y ronca de Connor que sonó justo en mi oído me asustó. Los bellos se me erizaron ante la calidez de su aliento contra mi piel.

—He tenido que buscar compañía —alcé mi copa.

—Espero poder ser tu verdadero acompañante —dijo quitándome la copa de las manos y dejándola en la mesa detrás de mí.

Le di una pequeña y breve sonrisa antes de fijarme en la muchedumbre. Todos bailaban y reían con sus parejas.

—¿Le gusta bailar, señor Wright? —negó— Vaya, una pena. Entonces no creo que pueda ser mi nuevo acompañante.

—¿Porqué?

—Porque quiero bailar y necesito a alguien que baile conmigo. Y no le gusta bailar, señor Wright.

—Es Connor, y no has preguntado si quiero.

—¿Y quieres bailar conmigo?

—Hasta que decidas lo contrario, Langley —apreté mis labios tratando de no sacar a la luz mi sonrisa complacida y emocionada, pero fue imposible.