𝐃𝐞𝐥𝐭𝐚 - ᴍᴀʀᴄᴀɴɴᴇ - [ADAPTACIÓN]

Otra opción

— iNo!

Amity se levantó con fuerza, lanzando el celular
al sofá, aunque esté rebotó y cayó al suelo con
ganas, el sonido al romperse hizo a Darcy
saltar.

— ¿"No", qué? iAmity! iNo escuché lo que dijo!

— ¡No, no, no, no!

La beta comenzó a caminar dando vueltas, Darcy la miró con algo de espanto, siguiéndola con la mirada, y no se movió hasta que la chica salió de la sala, caminando lejos.

— ¡Amity Blight! ¿Qué dijo? ¿Qué pasa?

Darcy tuvo que correr un p0co para alcanzarla, viendo como caminaba por un lado de la mansión que él poco conocía.

— iLuz es mía! iElla no va a marcara nadie!

Amity abrió puertas y continuó caminando rápido, seguida de cerca por Darcy, en algún
punto habían salido al patio de la casa y terminaron caminando p0r el prolijamente
corto pasto verde.

— ¿Luz? ¿Luz Noceda?

— iSi, esa misma, la idiota!

— Amity, pareces una mujer histérica del siglo
pasado.

— i¿Y qué si soy histérica?!

— Puta madre... -murmuró Darcy.

— Luz Noceda es mía, y ella no va a marcar a nadie a menos que sea yo.

— ¿Por qué tendría que marcar a alguien más? — abrió sus brazos, seguía sin entender qué
había dicho aquel doctor para que la beta estuviera así.

Amity dejó de caminar de golpe, volteando para
mirarlo.

— Porque Luz Noceda tiene la necesidad que su nombre sea sinónimo de "héroe". Siempre
haciendo lo correcto, nunca desobedeciendo a
nadie... Claro, menos a mí... Siempre hace todo
lo que su familia quiere, y le vale verga lo que ella
quiere mientras sea por un "bien", según su
concepción de las cosas. Si antes iba a marcar esa Anne Boonchuy porque su familia lo decía...
Ahora va a hacerlo porque piensa que le salvará
la vida...

A Amity se le escapó un sollozo.

Darcy estaba petrificado, no sabía en qué
drama se había metido.

— Bien, Amity, comprendo — dijo, intentando
ser suave, aquella chica estaba muy sensible —, pero Noceda no haría las cosas sin pensar, sabe que hay otra opción.

Amity se detuvo, limpió sus lágrimas
rápidamente.

— iLa otra opción! — gritó, con alegría —.Tú dijiste que sospechabas que Anne Boonchuy y
Marcy Wu eran predestinadas y-

— Momento, momento. ¿Cómo lo sabes?

Amity abrió los brazos, como si fuera obvio.

— ¿Por dónde espiamos a Luz? — dejó un
segundo de silencio —, tengo acceso a las
cámaras de toda la casa y en sus autos. También
puedo escuchar las conversaciones de Luz de
su celular-